Al menos 32 personas murieron y otras 100 resultaron heridas en una explosión por causas desconocidas ocurrida el jueves en la sede central de la petrolera estatal Pemex, en Ciudad de México, donde continúa la búsqueda de sobrevivientes, informó el gobierno.
Una nube de humo envolvió la Torre Pemex cuyos alrededores quedaron sembrados de cristales rotos, mientras las ambulancias y helicópteros evacuaban a los heridos.
El secretario de Gobernación (ministro del Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que no se puede precisar la causa hasta que concluyan las investigaciones: "Sería una gran irresponsabilidad sin los elementos completos, suficientes, dar a conocer cualquier información".
La explosión, precisó, tuvo lugar en la torre B del complejo pero afectó también al rascacielos principal de 214 metros de altura y 54 pisos.
"El suelo se estremeció, como si fuera un sismo. Regresé y vi toda la parte de abajo del edificio destrozada, ya no pude entrar", relató a la AFP Astrid García Treviño, quien trabaja en el complejo.
"Tenía dos minutos de salir del edificio, iba a la farmacia cuando estallaron los vidrios, fue un sonido sordo", agregó. Los trabajadores evacuaron el edificio en medio de escenas de pánico.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto, quien se trasladó a la sede de Pemex para supervisar las tareas de rescate, dijo que la búsqueda entre los escombros se mantendrá a lo largo de la noche.
"He dado instrucciones a los socorristas para que no descansen, ni interrumpan los trabajos de auxilio y de apoyo, más allá de cualquier sugerencia técnica, en todos los lugares donde hay escombros", dijo.
Antes de abandonar el lugar para visitar a los heridos en los hospitales, Peña Nieto también llamó a no especular sobre el origen de la explosión.
"No tengo ningún reporte de lo que fue la razón del siniestro y por eso pido no caigamos en especulaciones", dijo Peña Nieto, que había anunciado antes en Twitter el rescate, casi seis horas después de la explosión, de una persona atrapada.