El Santo Padre falleció este lunes a los 88 años. Su papado se extendió por más de una década. Conocé a su predecesor más anciano.
El papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años, fue el segundo pontífice más longevo de la historia moderna después de León XIII, que murió en 1903 a los 93 años.
Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa en marzo 2013, cuando tenía 76 años. Su papado se extendió por 12.
Tanto Francisco como su predecesor, Benedicto XVI, tenían alrededor de 70 años cuando fueron elegidos. Juan Pablo II tenía 58 cuando fue elegido papa en 1978.
El más joven en los últimos 600 años fue León X, que tenía sólo 38 años cuando fue elegido en 1513. Desde 1900, la edad promedio de los pontífices al ser elegidos es de 67 años, y la edad promedio, al final de su papado, es de 78.
Francisco había recibido el alta médica el 23 de marzo pasado y, desde entonces, apareció en público en varias oportunidades. De hecho, ayer había recibido en un breve encuentro al vicepresidente estadounidense, JD Vance, en su residencia de Santa Marta. Era el 266 Papa de la Iglesia católica.
Jorge Mario Bergoglio fue elegido el 13 de marzo de 2013, en un Cónclave marcado por la renuncia de Benedicto XVI. "Parece que mis hermanos cardenales han ido casi al fin del mundo", señaló en ese momento. Decidió alojarse en la austera Casa Santa Marta y, en su primer encuentro con la prensa, dijo: "Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres".
Durante estos 12 años, Francisco centró su atención en las personas vulnerables y en los últimos meses reforzó su llamamiento por la paz y contra la guerra en Ucrania y en Gaza. En multitud de ocasiones habló de la existencia de una tercera Guerra Mundial por partes.
En su primer año de pontificado, captó la atención de todo el mundo en su viaje a Lampedusa tras la muerte de cientos de migrantes que intentaban llegar en patera, con su grito de "vergüenza". Otra de sus declaraciones más recordadas fue en el avión de regreso de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro. "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad ¿quién soy yo para juzgarla?", planteó.
Entre sus decisiones más recientes se destacan las bendiciones a parejas homosexuales, divorciados vueltos a casar y a parejas que conviven sin casarse, que lo que provocó una catarata de críticas entre los más conservadores dentro de la Iglesia y oposición por parte de los obispos africanos.
Francisco también permitió que homosexuales y trans sean padrinos de bautizo siempre que no haya "riesgo de escándalo".
Derogó la ley que impedía que los cardenales fueran juzgados por un tribunal ordinario de primera instancia del Vaticano. Además, el proceso contra el cardenal Angelo Becciu, antiguo número 3 de la Santa Sede y condenado a cinco años por malversación, supuso un acelerador con respecto a la reforma económica.
También reformó la ley de contratos públicos de la Santa Sede en aras de la transferencia y contra la corrupción y sometió a las fundaciones vaticanas al control de la Secretaría de Economía con inspecciones periódicas.
Modificó el Código de Derecho Canónico para permitir que las mujeres puedan ejercer el ministerio estable de lector y acólito y dio pasos para dar más poder a las mujeres, con nombramientos como el de la religiosa Simona Brambilla como nueva prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada, o el de Raffaella Petrini primera mujer presidenta de la Gobernación del Vaticano.
Destacan asimismo sus numerosos viajes fuera de Italia, con destinos como Tierra Santa, Corea, Albania, Turquía, República Centroafricana, Cuba, EE.UU., Filipinas, México, Lesbos, Lituania, Rumanía, Tailandia, Japón, Marruecos, Emiratos Árabes, Irak, Kazajistán, Canadá, Portugal, República Democrática del Congo o Sudán del Sur, entre otros. Su último viaje internacional fue en 2024 y consistió en una gira de 12 días por Asia y Oceanía.