El papa pidió en su mensaje vivir la Cuaresma como un tiempo de curación. Además exhortó a que se alcance la paz en Sudán.
Una semana después de abandonar el policlínico Agostino Gemelli de Roma, donde estuvo hospitalizado 38 días, a causa de una neumonía bilateral, el Papa Francisco volvió a agradecer este domingo, en su oración del Ángelus, a quienes ayudan a los demás.
Las palabras del Sumo Pontífice se comunicaron en un texto difundido en la jornada que no fue leído por Bergoglio, quien continúa su recuperación en la residencia de Santa Marta.
“Queridos, vivamos esta Cuaresma, tanto más en el Jubileo, como un tiempo de curación. También yo lo estoy viviendo así, en el alma y en el cuerpo. Por eso agradezco de corazón a todos aquellos que, a imagen del Salvador, son para el prójimo instrumentos de curación con su palabra y su ciencia, con su afecto y con su oración”, se lee en el texto que lleva la firma del Pontífice.
“La fragilidad y la enfermedad son experiencias que todos compartimos; tanto más, sin embargo, somos hermanos en la salvación que Cristo nos ha dado”, añadió el Papa, que pide después rezar por los territorios afligidos por las guerras y por Myanmar, golpeada por el trágico terremoto del viernes.
“En Sudán, la guerra sigue cobrándose víctimas inocentes. Exhorto a las partes en conflicto a que antepongan la salvaguarda de la vida de sus hermanos y hermanas civiles; y espero que se inicien cuanto antes nuevas negociaciones, capaces de asegurar una solución duradera a la crisis. La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para hacer frente a la terrible catástrofe humanitaria“, continúa el escrito.
"Sigo con preocupación la situación en Sudán del Sur. Renuevo mi sincero llamamiento a todos los dirigentes, para que hagan todo lo posible por reducir la tensión en el país", declaró Francisco en su texto del ángelus difundido este domingo, sin que pudiera salir cómo es usual a pronunciarlo ante el público desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano por su convalecencia tras su hospitalización.
Francisco pidió "dejar de lado las diferencias" y sentarse "alrededor de una mesa e iniciar un diálogo constructivo", ya que "sólo de esta manera será posible aliviar el sufrimiento" de la población y "construir un futuro de paz y estabilidad".
Sudán del Sur está estos días en situación de crisis después de que el Gobierno acusara al vicepresidente y líder opositor, Riek Machar, de conspiración, y la oposición pidió su liberación inmediata en un contexto de tensión que ha puesto en entredicho el frágil acuerdo de paz de 2018.
El pontífice también hizo especial referencia este domingo a la situación del país vecino, Sudán. Instó de nuevo al fin del conflicto armado vigente y pidió "a las partes en conflicto que pongan en primer lugar la protección de la vida de sus hermanos civiles".
"Espero que se inicien lo antes posible nuevas negociaciones capaces de garantizar una solución duradera de la crisis", añadió.
También apeló a la comunidad internacional "a redoblar sus esfuerzos" ante lo que describió como la "terrible catástrofe humanitaria" que sufre Sudán.
Por otro lado, Francisco hizo de nuevo su común apelación a la paz para los conflictos "en la martirizada Ucrania, en Palestina, en Israel, en el Líbano, en la República Democrática del Congo y en Myanmar, que también sufre mucho por el terremoto".
A su vez, destacó que en la escena internacional también hay "hechos positivos", como la ratificación del acuerdo sobre la delimitación de la frontera entre Tayikistán y Kirguistán, lo que "representa un excelente resultado diplomático".
El texto del ángelus de la jornada coincidió con el cuarto domingo de Cuaresma, y el papa pidió vivir este período cuaresmal como un momento de curación.
Francisco, de 88 años, salió del Hospital Gemelli de Roma el pasado domingo, tras 38 días ingresado por una grave infección respiratoria, la que fue su hospitalización más larga desde que asumió su pontificado en 2013.
Tras su salida, el papa sigue su convalecencia en el Vaticano, los médicos le han recomendado dos meses de reposo y no tiene actividades ni actos en la agenda mientras recupera la voz y su estado físico.
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