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La oscuridad hace imposible que prosigan los vuelos de los helicópteros y que se pueda seguir buscando en la zona.
Cinco gendarmes pasarán la noche para vigilar el valle en el que se reparten los restos del aparato y de sus 150 ocupantes, todos ellos fallecidos.
Un dispositivo de vigilancia similar al que la noche anterior permaneció junto a los restos.
Está previsto que los helicópteros vuelvan a retomar su labor a primera hora de la mañana.
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