Desde el Ejército israelí también se detalló que habían disparado contra vehículos sospechosos y que se implementará un toque de queda nocturno en la región. ¿Cómo continuará el acuerdo que entró en vigencia este miércoles?
El Ejército israelí anunció este jueves que sus aviones de guerra habían disparado sobre el sur del Líbano después de detectar actividad de Hezbollah en una instalación de almacenamiento de cohetes. Se trata del primer ataque aéreo israelí en la zona luego de que a partir de la madrugada del miércoles se estableciera un alto el fuego entre la nación comandada por Benjamin Netanyahu y la organización aliada de Hamás e Irán.
Además, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron sobre la implementación de un toque de queda nocturno en el mismo territorio. “Está estrictamente prohibido moverse o viajar al sur del río Litani a partir de las 17:00 horas (1500 GMT) hasta las 7:00 horas de mañana (viernes). Quienes se encuentren al sur del río Litani deben permanecer donde están”, declaró el portavoz militar Avichay Adraee en un mensaje en X.
Luego, hizo referencia al ataque a una instalación perteneciente al grupo terrorista. “Hace poco, se identificó actividad terrorista en una instalación utilizada por Hezbollah para almacenar cohetes de medio alcance en el sur de Líbano. La amenaza fue frustrada por un avión. El ejército israelí permanece en el sur del Líbano y actúa para hacer cumplir las violaciones del acuerdo de alto el fuego”.
En tanto que un comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel hizo mención a otro incidente previo: “Se detectó la llegada de sospechosos, algunos con vehículos, a varias zonas del sur del Líbano. Las FDI dispararon contra ellos ya que la actividad constituye una violación al acuerdo de alto el fuego establecido esta misma semana".
El alto el fuego entre Israel y Hezbollah, mediado por Estados Unidos y Francia, entró en vigor el miércoles a las 04:00 hora local (02:00 GMT) tras más de un año de enfrentamientos. El acuerdo establece tres etapas: una tregua inicial, el repliegue de Hezbollah al norte del río Litani y la retirada total de las tropas israelíes en un plazo de 60 días.
Además, contempla negociaciones para delimitar la frontera entre ambos países, trazada por la ONU desde la guerra de 2006. El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que el plan está diseñado como un “cese permanente de las hostilidades” y cuenta con garantías de Washington para proteger la libertad de acción de Israel en caso de violaciones por parte de Hezbollah.
El Ejército libanés, en tanto, acusó a su vez a Israel de haber violado "varias veces" el alto el fuego. "El enemigo israelí violó el acuerdo varias veces", indicó el organismo citando bombardeos aéreos y ataques contra territorio libanés con "diversas armas".
No hubo por el momento informes de víctimas por el ataque aéreo ocurrido horas después de que el ejército israelí anunciara que había disparado contra personas que intentaban regresar a ciertas áreas en el sur del Líbano. Los incidentes consecutivos generaron inquietud sobre la continuidad del acuerdo.
Este jueves, segundo día del alto el fuego, la agencia estatal de noticias de Líbano informó que el fuego israelí tenía como objetivo a civiles en Markaba, sin proporcionar más detalles. Israel dijo que disparó artillería en otras tres ubicaciones cerca de la frontera. No hubo informes inmediatos de víctimas.
Funcionarios israelíes precisaron que las fuerzas se retirarán gradualmente a medida que se asegure que se está cumpliendo el acuerdo. Israel advirtió a las personas que no regresen a áreas donde están desplegadas las tropas e indicó que se reserva el derecho de atacar a Hezbollah si viola los términos de la tregua.
El acuerdo de alto el fuego anunciado el martes intenta poner fin a 14 meses de un conflicto entre Israel y Hezbollah que comenzó un día después del ataque de Hamás desde Gaza del 7 de octubre de 2023, cuando el grupo miliciano libanés comenzó a disparar cohetes, drones y misiles en señal de solidaridad con su aliado.
Israel respondió con ataques aéreos, y el conflicto se intensificó constantemente durante casi un año antes de desbordarse en una guerra total a mediados de septiembre. Más de 3.760 personas murieron por fuego israelí en Líbano durante el conflicto, muchos de ellos civiles, según funcionarios de salud libaneses. Los combates mataron a más de 70 personas en Israel, más de la mitad de ellos civiles, así como a docenas de soldados israelíes que luchaban en el sur del Líbano.
Hubo también cerca de 1,2 millón de desplazados en Líbano, miles de los cuales comenzaron a regresar a sus hogares el miércoles, a pesar de las advertencias de los ejércitos libanés e israelí de mantenerse fuera de ciertas áreas. Unas 50.000 personas dejaron sus casas en el lado israelí, pero pocas han regresado y las comunidades cerca de la frontera norte aún están en gran parte desiertas.
En Menara, comunidad israelí situada en la frontera con Líbano, alrededor de tres cuartas partes de las viviendas sufrieron daños, algunas con los tejados derrumbados y los interiores calcinados. Este jueves se pudo ver a algunos residentes recogiendo sus pertenencias antes de marcharse de nuevo.