Israel lanzó el jueves una ofensiva terrestre contra Gaza, tras diez días de bombardeos para poner fin al disparo de cohetes desde ese enclave palestino controlado por el movimiento islamista Hamas, que prometió hacerle pagar caro la invasión.
Las víctimas mortales al comienzo del undécimo día de la campaña punitiva israelí alcanzan a las 247.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió a Israel a "hacer mucho más" para proteger a los civiles palestinos.
"Lamento que, a pesar de mis repetidas exhortaciones y las de líderes de la región y del mundo, un conflicto que ya es peligroso ahora se agrave aún más", dijo Ban ante periodistas.
La operación se inició tras una breve tregua humanitaria y pese a un llamamiento de Estados Unidos para que Israel "redoble sus esfuerzos para evitar bajas civiles".
"El primer ministro (Benjamin Netanyahu) y el ministro de Defensa ordenaron al ejército el jueves por la noche iniciar una operación terrestre", informó la oficina del jefe de gobierno en un comunicado.
"La decisión fue aprobada por el gabinete de seguridad después de que Hamas rechazara el plan egipcio de alto el fuego y siguiera lanzando cohetes contra Israel", agregó.
El anuncio fue de par con un intenso bombardeo aéreo, marítimo y terrestre de la Franja de Gaza y de tiros de tanques concentrados en la frontera, indicó un periodista de la AFP en el lugar.
Cinco palestinos, entre ellos un bebé de cinco meses, resultaron muertos este viernes de madrugada como consecuencia de los disparos desde blindados israelíes, informaron los servicios de urgencia locales.
Se trata de los primeros muertos palestinos desde la reanudación de la operación terrestre lanzada por el ejército israelí.