Yasuo Takamatsu, de 64 años, perdió a su esposa Yuko hace 10 años cuando un devastador tsunami golpeó la ciudad de Onagawa, en el noreste de Japón. Dos años después, el hombre obtuvo una licencia de buceo y durante los últimos siete realiza inmersiones cada semana para tratar de encontrar sus restos. Hasta ahora, lleva realizadas 470 inmersiones.
"Me sumerjo como si fuera a encontrarme con ella en algún lugar. Siempre pienso que puede estar en algún lugar cercano", dijo Yasuo a la agencia AP.
Una vez al mes también se une a las autoridades locales para realizar búsquedas submarinas de los restos del alrededor de 2.500 personas que aún no fueron localizadas. Takamatsu comentó que hasta el momento solo encontraron álbumes, ropa y otros objetos, pero nada que perteneciera a su esposa.
Takamatsu siente que su destino está atado al último mensaje de su amada esposa. "En el último mensaje de texto que me envió, me dijo: '¿Estás bien? Quiero irme a casa'. Estoy seguro de que todavía quiere volver a casa. Quiero llevarla a casa", indicó el hombre, que asegura que mientras tenga fuerzas seguirá buscando a su compañera de vida.
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