"Karoline es inteligente, dura y ha demostrado ser una comunicadora muy eficaz", afirmó el mandatario electo de EE.UU. al anunciar su nombramiento.
Karoline Leavitt fue designada por el presidente electo de Estados Unudos, Donald Trump, para el cargo de secretaria de Prensa de la Casa Blanca. El político calificó a Leavitt como una persona "inteligente, dura y [que] ha demostrado ser una comunicadora muy eficaz".
De ese modo, Leavitt, de 27 años, que antes de su nombramiento era la portavoz de la campaña de Trump- se convierte en la persona más joven de la historia en ocupar el puesto de secretario de Prensa de la Casa Blanca.
Leavitt proviene de una familia de clase media del estado de New Hampshire. La joven estudió Comunicaciones y Ciencias Políticas en Saint Anselm College y posteriormente realizó pasantías en la cadena Fox News, así como en la oficina de prensa de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump.
Tras graduarse en 2019, Leavitt trabajó como redactora presidencial y como secretaria de prensa adjunta en la Administración Trump. "Ayudé a preparar a la secretaria de prensa Kayleigh McEnany para reuniones informativas de alta presión [y] luché contra los medios de comunicación tradicionales y tendenciosos", indica en su sitio web.
Cuando Leavitt dejó la Casa Blanca, tranajó como directora de comunicaciones de la congresista republicana Elise Stefanik, nombrada recientemente por Trump embajadora ante las Naciones Unidas.
Sin embargo, la joven terminó por dejar el puesto para postularse al ongreso. Llegó a ganar la nominación republicana para el primer distrito electoral de New Hampshire en 2022, pero no logró vencer en las elecciones generales al demócrata Chris Pappas.
Sus posiciones políticas coinciden mayoritariamente con las de Trump. Entre ellas, figura su firme postura hacia la defensa de las fronteras, incluida la "tolerancia cero para la inmigración ilegal". En sus declaraciones había asegurado garantizar la finalización del muro fronterizo entre EE.UU. y México.
En enero de 2024, Leavitt se unió a la tercera campaña presidencial de Trump como secretaria de prensa. Durante este periodo, fue "portavoz y miembro clave del equipo de comunicaciones, y realizó frecuentes apariciones en televisión por cable y respondió a consultas de la prensa", informaron medios estadounidenses.
"Según personas de la campaña, sus colegas la querían mucho. También había demostrado que no tenía miedo a enfrentarse a la prensa en televisión y ya contaba con el apoyo público de algunos aliados de Trump", concluyeron eses medios.
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