Según integrantes de Seals, se arrojó sobre un soldado en un ardid desesperado y resultó herida. Amal Ahmed Abdul Fatah vivía con él desde la adolescencia tras ser entregada como regalo por su familia. Fatah fue la quinta esposa del terrorista y la única que presenció el asalto a la finca de Abadabad en la que las tropas estadounidenses dieron muerte al líder de Al-Qaeda. Su arrojo le provocó una herida en la pierna de la que se recupera sin riesgo para su vida, según explicaron las autoridades paquistaníes que la tienen bajo custodia.
Su origen es yemení y tal como quedó dicho, fue entregada por su familia como regalo a Bin Laden cuando era apenas una adolescente. Tres de las otras cuatro esposas que tuvo el líder árabe viven en Siria, mientras que se había separado de la restante. Según el especialista y ex oficial antiterrorista del FBI, Phil Mudd, no es sorprendente que haya puesto en riesgo su vida por defender al hombre más buscado por los Estados Unidos a lo largo de diez años.
“En el contexto de Al-Qaeda, él (Bin Laden) era un hombre honorable y en ese marco no es visto como un terrorista, sino como un estadista”, declaró Mudd a la web de ABC News. “Me sorprendería si hubiera sacrificado a su esposa en esta situación, pero estoy seguro de que ella estaba dispuesta a enfrentar una bala que estuviera dirigida a él”.
Según diversas fuentes, tuvieron tres hijos, en principio, una niña y dos varones. Su presencia habitual en el lugar fue confirmada por un testigo inesperado. Se trata de otro niño, un vecino de apenas 12 años, que solía visitar la casa de Abadabad, en la que le fueron obsequiados dos conejos como mascota.