A lo largo de siete décadas, la reina Isabel II -quien murió este jueves- estuvo acompañada por más de 30 perros, la mayoría descendientes directos de la primera perrita corgi que le regaló su padre al cumplir los 18 años y que se llamaba Susan. Esa raza es una de las más antiguas de Gran Bretaña.
La primera corgi de la monarca fue un regalo de su padre, Jorge VI, para su cumpleaños número 18 en 1944. Tal fue su pasión por esta raza, que se llegó a decir: “es impensable que la reina no tenga corgis; es como si la torre de Londres no tuviera cuervos”.
Además de ser la primer corgi de los 30 que tuvo la reina, también fue conocida por acompañar a la Isabel II durante su luna de miel en 1947. La perrita falleció en 1959, tras 15 años de acompañar a Isabel, y cuenta con una lápida conmemorativa en Sandringham, una de las residencias reales.
Las tres perras fueron conocidas en todo el mundo por haber participado de la presentación de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, junto a de James Bond. En ese video, la reina realizó una breve aparición durante la que el espía inglés, interpretado por Daniel Carig, la escoltaba a la ceremonia de inauguración del evento.
Monty falleció en 2012. Cuatro años más tarde murió Holly, con 13 años. Por su parte Willow tuvo que ser sacrificado en 2018 a causa de un cáncer. Él fue el último corgi descendiente de Susan.
Este fue el último corgi de la Reina, por un tiempo, pues tras su fallecimiento en 2018 la monarca se planteó no tener más perros a su cuidado. Whisper fue adoptado en el 2016 tras la muerte de Bill Fenwick, un exempleado de la corona británica. Las razones para la decisión de la reina fueron que no quería dejar un perro sin cuidador si llegase a fallecer y para evitar enredarse con ellos mientras caminaba. Por esto en 2015 la Reina dejó de criar corgis.
Más tarde, la reina Isabel II adoptó a Vulcan luego del fallecimiento de Whisper. Vulcan no era un corgi, sino un cruce entre un Pembroke Welsh Corgi y un perro salchicha. El can falleció en el 2020, tras 15 años de acompañar a la reina, y fue enterrado en los jardines de Windsor.
Los dorgis son resultado de una mezcla entre los perros favoritos de la princesa Margarita, hermana de Isabel II, que eran de raza dachshund y los corgis de la reina. Esta fue la raza que continuó acompañando a la Reina durante los últimos años de su vida.
Por su parte, Candy, compañera de Vulcan, sigue viva. Al igual que Vulcan, Candy no es un corgi sino un dorgi, un cruce entre Pembroke Welsh Corgi y un perro salchicha. La perrita fue tendencia durante un discurso que la monarca ofreció por sus siete décadas como cabeza de la monarquía, una cifra nunca antes alcanzada por sus predecesores.
Los últimos perros que acompañaron a la Reina Isabel II fueron un corgi y un dorgi que adoptó en el 2021. Fergus y Muick, según informó la revista Vogue, le dieron energía tanto a Candy como a la Reina. Los nombres de los dos cachorros son referencias a personas y lugares que han tenido gran relevancia en la vida de la reina. ‘Fergus’, en recuerdo a su tío materno, y ‘Muick’, como el lago del castillo de Balmoral.
Estos tres últimos perros se quedaron sin su dueña este 8 de septiembre, tras la muerte de la Reina Isabel II.
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