Faltaba poco para llegar a destino pero el piloto prefirió evitar disturbios a bordo del vuelo HV6902 de la aerolínea low cost Transavia que se originaron cuando dos hombres que se habían sentado alrededor del flatulento comenzaron a discutir seriamente con el personal de la aerolínea.
Cuando la cosa pasó a mayores, el capitán de la aeronave, acusó a los demandantes de comportamiento ruidos y excesivo, tras lo cual se originó una pelea que lo llevó a tomar la terminante decisión.
Pero, una vez en tierra, el panorama no mejoró ya que el responsable de la nave decidió expulsar a los pasajeros escandalosos y también a dos mujeres que se habían unido al motín, mientras que el pasajero faltulento quedó adentro.
De esta manera, el viaje prosiguió vuelo, en tanto que los pasajeros varados amenazaron con llevar a la aerolínea a los tribunales. "No tuvimos nada que ver con los disturbios. Nos distanciamos de ello. ¿Es que piensan que todos los marroquíes causan problemas? Ese es el motivo por el que no nos dejaron sentarnos. No tenemos ni idea de quiénes son esos chicos, simplemente tuvimos la mala suerte de estar en la misma fila y no hicimos nada. Lo único que diré es que la tripulación se mostró muy provocadora y tensó las cosas", le contó una de las pasajeras a De Telegraaf.
Pero como si todo esto no bastara, la justicia austríaca les prohibió a los pasajeros volver a tomar un avión de Transavia Airlines.
Por su parte, la aerolínea justificó el accionar del capitán de la aeronave. "Nuestra tripulación debe garantizar un vuelo seguro. Si los pasajeros plantean un riesgo, intervenimos de inmediato. Nuestros trabajadores están entrenados para ello. Conocen muy bien dónde están los límites. Por lo tanto, Transavia respalda por completo a la tripulación y a los pilotos", dijo un vocero de la compañía.