Luis Inácio Lula Da Silva brindó un contundente discurso en las afueras de San Pablo, tras una misa en homenaje a su fallecida esposa a la que asistió luego de haberse atrincherado en el edificio del Sindicato de Metalúrgicos brasileño, en que aseguró que cumplirá "con el mandato de prisión".
Lula da Silva anunció que aceptará el pedido de prisión contra él, luego de afirmar que no perdonará al juez Sérgio Moro por haber acuñado ante la sociedad, en connivencia con los grandes medios de comunicación, la idea de que el ex presidente es un ladrón.
“Todos ustedes serán Lula y caminarán por este país haciendo lo que hay que hacer. Mis ideas están en el aire, y no hay cómo detenerlas”, enfatizó en su mensaje a la multitud, luego de la misa en la que participó esta mañana en Sao Bernardo do Campo, en el gran San Pablo.
Al final de su emotiva alocución, Lula fue llevado en andas por la multitud.
Cuando se entregue a la policía, debería ser trasladado a Curitiba (sur), donde le espera una celda de 15 metros cuadrados.
Según el exmandatario (2003-2010), su condena obedece al propósito de evitar el regreso de la izquierda al poder en las elecciones de octubre, en las cuales es favorito en los sondeos.
A continuación, algunas de sus frases más destacadas:
"Quiero agradecer a la compañera Dilma Roussef, la mujer que más injusticia sufrió en este país. Ella me dio la tranquilidad de hacer casi todo lo que logré durante la presidencia de la República".
"Le agradezco al Sindicato de Metalúrgicos. Fue mi escuela, aprendí a hacer política. Parte de la conquista de la democracia brasileña se la debemos a la lucha del Sindicato".
"Soy el único ser humano imputado por un departamento que no es mío. O Globo mintió. El juez Moro mintió. No tolero que digan que soy un ladrón".
"Soñé que era posible gobernar este país, que era posible disminuir la mortalidad infantil, que era posible tener las mejores universidades. Yo soñé cambiar este país insertando a los más pobres en la economía. Ese fue el crimen que cometí".
"Soñe que un humilde metalúrgico sin título pudiera incluir a más personas, que disminuyera la mortalidad infantil y que llevara a los negros a la universidad. Yo soñé. Si ese es mi crimen, seguiré siendo un criminal".
"Voy a cumplir con mi condena. Ellos no saben que hay miles de Lulas, que mis ideas ya están en el aire y mi corazón va a latir con ustedes. Ellos tienen que saber que la muerte de un combatiente no para la revolución".
"No estoy escondido, no tengo miedo. Voy a probar mi inocencia. Ellos deben saber que nosotros queremos más escuelas, más casas. No queremos repetir la barbaridad que hicieron con Marielle Franco".
"Yo saldré de esta situación más fuerte e inocente. Tengo 50 años de historia política. No tengo que como agradecerles a todos ustedes. Un gran abrazo".
Una misa convertida en acto político respaldando a Lula se inició pasadas las 11 en las afueras de San Pablo a cargo del obispo emérito de la ciudad de Blumenau, Angélico Bernardino, quien convocó a la “resistencia pero en la lucha pacífica y dándonos las manos contra el arbitrio”.
Las versiones indican que el ex ministro de Justicia José Eduardo Cardozo comanda las negociaciones para que Lula se entregue después de la misa en homenaje a la ex primera dama Marisa Leticia Rocco, quien hoy cumpliría 68 años.
“Nuestro hermano Lula, un hombre que surgió de las entrañas del pueblo y logró ser presidente, reelegirse y nombrar a su sucesora, reelecta también”, dijo el obispo.
Al lado de Lula se encontraban la ex presidenta Dilma Rousseff, el ex canciller Celso Amorim y el acto fue abierto por el ex secretario general de la presidencia, Gilberto Carvalho, el principal nexo con los movimientos de base de la Iglesia Católica con el Partido de los Trabajadores, con llegada al papa Francisco.
Lula tiene una historia vinculada a los movimientos católicos de base, al punto que en 1980, cuando fue detenido por 31 días por la dictadura militar, se celebraron misas en las fábricas para pedir su liberación.
Miles de personas gritaban “Lula Libre”, “Lula no se entrega” y “Resistencia” en una misa que contó con cantos populares como “María María” y “O que é, o que è”, un clásico samba de Gonzaguinha que hizo famoso Maria Bethania, la hermana de Caetano Veloso.
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