El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue visitado este jueves por primera vez por sus hijos y un nieto en una sede de la Policía Federal en Curitiba, donde cumple una condena por corrupción en la causa Lava Jato.
Los hijos del ex gobernante, Lurien, Luiz Claudio, Favio y un nieto, dejaron la Superintendencia Regional de la Policía Federal a las 17 horas.
Esta fue la primera reunión desde el sábado pasado, cuando el líder del Partido de los Trabajadores y su familia almorzaron juntos en el Sindicato de Metalúrgicos, en San Bernardo do Campo, en el cordón industrial de San Pablo.
Posteriormente Lula da Silva se entregó a la policía que lo trasladó a la sureña Curitiba, donde quedó detenido a última hora de la noche del pasado sábado.
Los hijos y el nieto del ex presidente ingresaron ayer a las 10 horas de una mañana soleada a la Superintendencia, ubicada en el barrio Santa Cándida, en el norte curitibano.
Estaban acompañados por el abogado Cristiano Zanin Martins, miembro del equipo de letrados que defiende a Lula.
Los visitantes dejaron la cárcel a las 13 horas y regresaron a las 15, donde permanecieron hasta las 17.
Al llegar por la mañana llevaban bolsas, una mochila y una manta, que dejaron al detenido que tiene derecho a una visita de familiares por semana.
Lula cumple una condena de 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero, en una causa sobre un departamento en el balneario Guarujá, en el litoral de San Pablo.
En su sentencia el juez Sergio Moro, responsable de Lava Jato, imputó a Lula haber recibido esa propiedad como soborno de la empresa constructora OAS.
El ex presidente de OAS, Leo Pinheiro, es uno de los 21 reclusos alojados en la Superintendencia policial de Curitiba, capital del estado de Curitiba.
Por determinación de Moro, que prohibió los “privilegios”, el ex presidente está en una celda de 15 metros cuadrados en el cuarto piso del complejo, con baño, un televisor y sin tener contacto con el resto de reclusos.
La presidenta del PT y portavoz de Lula, Gleisi Hoffmann, solicitó que se modifique el régimen de reclusión.
Hoffmann dijo que el preso es sometido a un “aislamiento” y que no se le ha permitido tomar baño de sol desde que llegó.
La senadora por Paraná, Hoffmann visitó el campamento Lula Libre, instalado a unos doscientos metros de la Policía Federal.