"Fue una prueba armamentística de los estadounidenses para provocar guerras", aseguró el político nacionalista ruso Vladimir Zhirinovski.
"Esos no son meteoros que caen, sino un test de nuevas armas estadounidense'", manifestó el líder del Partido liberal-democrático ruso, citado por la agencia Ria Novosti.
Explicó las razones de su convencimiento: "El espacio exterior tiene sus leyes. Si (algo) cae allá afuera, está hecho por personas concretas, instigadores de guerras, saboteadores", dijo Zhirinovski.
La caída de fragmentos del meteorito causó un millar de heridos.
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