El Vaticano dio a conocer cómo será la tradicional religiosa, luego de que el Papa fuera visto recorriendo este jueves la Basílica de San Pedro y de que se difundiera su foto con los reyes británicos.
Aunque la recorrida de este jueves vestido de civil por la Basílica de San Pedro y la difusión de una foto tomada un día antes durante su encuentro con los reyes británicos en la que Francisco estaba sin las cánulas nasales habían generado entusiasmo sobre la posible participación del Papa en la misa del próximo Domingo de Ramos que abre la Semana Santa, el Vaticano dio a conocer este viernes que el Sumo Pontífice será reemplazado por un compatriota: el cardenal argentino Leonardo Sandri.
El religioso de 81 años es vicedecano del colegio cardenalicio y prefecto emérito del Dicasterio para las Iglesias Orientales. Además, conoce a Jorge Bergoglio desde su adolescencia y ya había sido delegado por el Papa para celebrar la misa de Ramos en abril de 2023.
Entonces Francisco también estaba convaleciente, pero de algo menos grave: una bronquitis infecciosa que lo obligó a internarse en el Gemelli, pero solamente por tres días. La última vez la hospitalización, la más larga del pontificado y en la que padeció una difícil neumonía bilateral, duró más de cinco semanas, en las que dos veces el Papa estuvo al borde de la muerte.
“El domingo la misa será celebrada por el cardenal Sandri, quien recibió el encargo papal”, anunció Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede. Ante la pregunta de si estará presente Francisco, quien el domingo pasado también imprevistamente reapareció al final de la misa por el Jubileo de los Enfermos, Bruni prefirió “no hacer previsiones”.
Según trascendió, todo dependerá de las condiciones meteorológicas y, además, de cómo se sienta el religioso argentino de 88 años que en las últimas dos semanas de convalecencia tuvo graduales mejoras tanto a nivel respiratorio como motriz, gracias a los ejercicios de fisioterapia que sigue haciendo a diario.
“El Papa continúa con su proceso de convalecencia regularmente, el hecho de la convalecencia no significa que no pueda salir”, declaró Bruni, a la vez que destacó que “al mismo tiempo hay claramente mejoras que se han podido notar con las salidas de los últimos días”.
Aludió así a las salidas del domingo pasado en la Plaza de San Pedro y a la del jueves en la Basílica, donde el Papa apareció entre los fieles vestido con un poncho, una camiseta blanca y unos pantalones negros de cura. “El Papa estaba dando un paseo adentro de Santa Marta, decidió prolongarlo y pidió ir a rezar a la Basílica”, explicaron desde la Sala de Prensa del Vaticano. “A veces las cosas nacen del deseo del Papa de hacer sorpresas y nos sorprenden también a nosotros”, comentaron. Destacaron, por otro lado, que el exarzobispo de Buenos Aires “estaba contento de encontrar personas”.
En otra confirmación de las graduales mejoras del Papa, quien fue dado de alta protegida el 23 de marzo pasado y a quien le prescribieron al menos dos meses de convalecencia, desde el Vaticano se subrayó que tiene “períodos prolongados sin necesidad de uso de oxígeno” y que los “altos flujos los usa residualmente y con fines terapéuticos”.
De hecho, hicieron notar, durante el breve encuentro que tuvo con el rey Carlos y la reina Camilla el miércoles pasado por la tarde, estaba sin oxígeno, como también pudo verse en la imagen difundida al día siguiente. Bruni indicó que también había recibido en su suite del segundo piso de la residencia de Santa Marta, sitio donde vive, al sustituto de la Secretaría de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra; al “canciller”, el británico Paul Gallagher, y al monseñor Luciano Russo, el referente de los nuncios, es decir, de los embajadores de la Santa Sede en el mundo.
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