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La policía de Nueva Zelanda mató este viernes a un extremista que ingresó a un supermercado y apuñaló e hirió a seis clientes, tres de ellos de gravedad.
La policía de Nueva Zelanda abatió este viernes a un extremista violento que entró en un supermercado de Auckland donde apuñaló e hirió a seis clientes, tres de ellos de gravedad. La primera ministra, Jacinda Ardern, calificó el incidente de "ataque terrorista" y explicó que el hombre, un ciudadano de Sri Lanka, estaba inspirado por el grupo extremista Estado Islámico (ISIS).
El agresor era conocido de las agencias de seguridad y estaba siendo monitoreado las 24 horas, agregó al señalar que, por ley, no podía estar encarcelado. "Este fue un ataque violento, no tuvo sentido. Siento mucho que haya ocurrido", dijo Ardern en conferencia de prensa.
El ataque ocurrió alrededor de las 14.40 (hora local) en un supermercado Countdown de la ciudad más grande del país, el cual contaba con gran afluencia de gente. Como el hombre estaba bajo vigilancia constante, un equipo de seguimiento de la policía y un grupo de tácticas especiales pudieron abatirlo a disparos en los 60 segundos posteriores al ataque, dijo la primera ministra.
El comisario Andrew Coster, apuntó que las autoridades estaban preocupadas por la ideología del sospechoso y lo vigilaban muy de cerca. "Entró en la tienda, como había hecho antes. Tomó un cuchillo dentro de la tienda", explicó Coster. "Los equipos de vigilancia estaban todo lo cerca que podían para monitorear su actividad", añadió.
"Cuando comenzó el ataque, dos agentes del grupo de tácticas especiales entraron al local y el hombre se acercó a ellos con un cuchillo, por lo que fue baleado", dijo Coster. Un video grabado por un cliente desde el interior del local registró el ruido de 10 disparos en sucesión rápida.
Según los reportes, algunos compradores que estaban en el supermercado habrían tratado de ayudar a los heridos usando toallas y pañales para detener sus hemorragias.
Auckland está bajo un confinamiento estricto para combatir un rebrote de coronavirus. La mayoría de los establecimientos están cerrados y la gente solo puede salir de casa para comprar comida, por motivos médicos o para hacer ejercicio.