Un numeroso grupo de especialistas señaló como presunta culpable de una nube con contenido tóxico que se esparció por toda Europa y parte de Asia en 2017 a la planta nuclear rusa de Mayak, a pesar de las negaciones del gobierno de ese país.
La investigación titulada "Concentraciones en el aire y consideraciones químicas del rutenio radiactivo de una gran emisión nuclear no declarada en 2017" contó con el aval de 69 expertos de diversos países y contó con el impulso de la Universidad Técnica de Viena (TU).
De acuerdo a un comunicado, se analizaron más de 1.300 mediciones de las concentraciones de Ru-106 (con una vida media de 374 días) detectadas en muchos países europeos. Los científicos deducen que el volumen total la fuga se situó entre 250 a 400 terabecquerel.
La planta rusa de reprocesamiento nuclear Mayak está ubicada en los Urales del sur y en 1957 fue protagonista de una importante "descarga" radiactiva, la más grande antes del accidente nuclear de Chernobyl (1986), a raíz de una explosión de un tanque que contenía desechos líquidos de producción de plutonio.