El nivel del lago Titicaca, el enorme ojo de agua compartido por Bolivia y Perú, alcanzó este lunes su mínimo histórico debido a la intensa sequía que afronta el altiplano y que repercute en los cultivos, el ganado y las reservas de agua en las ciudades.
La estación hídrica en Huatajata "presenta un valor de 2,92 (metros) y se encuentra siete centímetros por debajo de su nivel histórico mínimo", que se dio en 1996, explicó Jhon Chura, del departamento de hidrología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
Chura indicó que el comportamiento que se ha observado es de un descenso de uno a tres centímetros por semana, por lo que el nivel es el menor desde que los controles periódicos comenzaron en 1984. Los cambios se han notado principalmente en el "lago menor", puesto que el agua se ha alejado considerablemente de la orilla en la parte sudeste, agregó.
También Chura mencionó que el descenso del nivel del lago se ha dado desde abril, a pesar de que esa época en el altiplano boliviano es una temporada de lluvias.
"Generalmente se esperan ascensos a mediados de febrero, marzo y abril porque es época de lluvias (...) Esto ha afectado en el descenso del lago y al no haber aportes (de precipitaciones) se ha tenido una disminución", dijo Chura.
El especialista mencionó que esta situación podría repercutir en la actividad piscícola, por lo que consideró que las entidades pertinentes y los científicos realicen "mediciones" para establecer si han habido "cambios químicos", así como los niveles de salinidad u oxígeno en esas aguas.
El Titicaca es el lago navegable más alto del mundo, a unos 3.800 metros de altitud, en un total de más de 8.500 kilómetros cuadrados, y sirve de frontera natural entre Bolivia y Perú.
Bolivia atraviesa por una de las sequías más extremas en los últimos años y, según los expertos, la situación podría ser más dramática aún, ya que el país recién transita hacia el fenómeno de El Niño, caracterizado por la falta de lluvias.
El Gobierno reportó que prácticamente un tercio de los 340 municipios del país se declararon en desastre ante la falta de agua que afecta los cultivos, el ganado y las provisiones del líquido para el consumo humano. La sequía y el acenso de la temperatura también han acelerado el derretimiento de los glaciares de la cordillera de los Andes y podría tener consecuencias en la seguridad alimentaria e hidroeléctrica del país, según los expertos.
Las autoridades y campesinos peruanos de un conjunto de pequeñas islas flotantes artificiales en el Titicaca, el lago mítico de los Incas que comparten Perú y Bolivia, controlaron días atrás un incendio que destruyó al menos 400 hectáreas de unas plantas acuáticas llamadas totoras, clave para su subsistencia.
Fue el segundo incendio en septiembre en la comunidad Los Uros, conformada por 150 islas, donde viven 3.000 pobladores de forma ancestral en plataformas flotantes construidas sobre el Titicaca.
"Se han quemado las totoras en 70 islas", dijo Sabino Suaña, presidente de la comunidad Los Uros.
El responsable de la Defensa Civil en la zona, Lipman Escobar, indicó a la prensa local que se habían quemado 400 hectáreas de esa planta acuática que crece sobre las islas. Añadió que al momento se desconoce el origen del incendio que empezó el martes. No se han registrado víctimas al momento.
Las islas de Los Uros son visitadas por turistas internacionales que llegan hasta el Titicaca. Los vecinos de esta comunidad transportan a los visitantes en lanchas, los llevan hasta las islas donde existen restaurantes y casas de descanso.
Fuente: EFE.