Silvina nació en Argentina a fines de los setenta. De padres bolivianos y familia numerosa, era la hija menor y una de las preferidas de los Pereyra Cabrera. Vivió en el barrio porteño de Barracas y al cumplir treinta se trasladó a Barcelona donde fue recibida por sus primos, quienes ya estaban radicados allí desde tiempo antes.
La víctima de los terroristas trabajaba en el Mercado San José, popularmente conocido como La Boquería, un predio municipal ubicado en La Rambla de Barcelona, famoso no sólo por la calidad de sus productos frescos sino por ser una de las principales atracciones turísticas de la zona.
A mediados de 2013 había regresado al país para vacacionar junto a un grupo de amigos en las Cataratas del Iguazú.
El sábado La Boquería volverá a abrir sus puertas, los comerciantes deberán regresar a sus puestos con el horror latente en la piel y la ausencia de Silvina.