Se trata de un hallazgo ocurrido hace ocho meses, pero que se mantuvo celosamente en secreto desde entonces y sin que se filtre la información.
El piedra preciosa, que acumula una gran cantidad de granos de zafiro estrella, pesa 510 kilogramos y mide 100 centímetros de largo, 72 de ancho y 50 centímetros de alto.
Este hallazgo es fruto de una casualidad, ante la perforación de un pozo en una finca privada en el distrito de Ratnapura, al sur de Sri Lanka.
De acuerdo a lo que marcan las leyes esrilanquesas, esta piedra preciosa será propiedad de la persona propietaria de la tierra, cuyo nombre no se hace público.
De todos modos, la Autoridad de Gemas y Joyería ordenó trasladarla a una caja fuerte del Banco de Ceilán en Colombo, donde la van a guardar bajo vigilancia armada, informa la cadena local News First.
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A pesar de que un examen preliminar estableció el valor de esta gema gigante en al menos 200 millones de dólares, el presidente de dicha agencia gubernamental cree que su precio podría ascender hasta los 1.000 millones.
Por su parte, en 2020 los ingresos del país por la venta de piedras preciosas, diamantes y artículos de joyería rondaron la mitad de esta cifra estimada.
Según medios locales, ya se están llevando a cabo varias consultas con los posibles compradores del zafiro.
Algunos expertos aseguran que, aunque la piedra tiene un valor en quilates alto (2,5 millones de quilates), es posible que no todas las piedras dentro del racimo sean de alta calidad.
Este zafiro de récord fue bautizado "Serendipity". En inglés moderno esta palabra significa "casualidad".
De todos modos, los orígenes de este término se remontan al antiguo nombre árabe de la propia isla Ceilán: Serendib.
Fuente: RT.
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