Más de 100.000 personas irrumpieron este sábado en la residencia en Colombo del presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, exigiendo su salida en el cargo por la crisis económica que atraviesa el país.
Los manifestantes rompieron el perímetro de seguridad que protegía la residencia e ingresaron, pese a los gases lacrimógenos que arrojaron los efectivos policiales.
La crisis económica se profundizó en el último tiempo en el país asiático debido a la disminución de reservas y al incremento en el endeudamiento.
"Queremos un cambio, queremos que este presidente se vaya", expresó uno de los manifestantes que participó de la toma de la residencia.
Ante la caótica situación, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, convocó a una reunión de emergencia para que los funcionarios tomen una determinación para calmar el tenso clima social.
En cuanto a los heridos por estas protestas, la policía informó que fueron trasladadas 31 personas al Hospital Nacional de Sri Lanka y dos de ellas se encuentran en estado crítico.
En el marco de la peor crisis económica del asiático de 22 millones de habitantes, las clases en las escuelas fueron suspendidas y el combustible se limitó a los servicios esenciales. Los pacientes no pueden viajar a los hospitales debido a la escasez de combustible y los precios de los alimentos se disparó producto de la falta de bienes.
Las protestas se intensificaron en todo el país y se levantó el toque de queda policial que se impuso anteriormente en varias ciudades.