El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó este lunes que el país pasa un momento “difícil”, pero recomendó “cumplir la Constitución” como única salida para la estabilidad, en su primer comentario oficial desde la detención del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
La alusión a la carta magna de Temer, un profesor de derecho constitucional, puede indicar un guiño al Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema), que frente al caso Lula está ante una encrucijada sobre cuándo puede ser detenido un condenado.
“Salimos de un momento difícil, seguimos con un momento político difícil, pero debemos seguir adelante, respetando la normativa nacional, cumplir la Constitución, que eso es lo que da estabilidad al país”, dijo Temer.
Gran parte de la clase política observa el de Lula como un caso testigo para el resto de los partidos y los dirigentes acusados, investigados y condenados por corrupción.
Lula está preso desde el sábado porque el STF aplica una jurisprudencia propia de 2016 pedida por la operación Lava Jato para detener a condenados en dos instancias.
La carta magna, en cambio, apenas autoriza la detención una vez agotadas todas las instancias, en caso de que el condenado no sea una amenaza para la sociedad.
Temer dio el discurso en Río de Janeiro, durante la asunción del ex ministro de Planificación Dyogo Oliveira como titular del poderoso banco de fomento estatal Bndes.
También aludió supuestamente a la maniobra política de Lula para decidir su detención sin cumplir los plazos que le había otorgado el juez Sérgio Moro para que cumpla un apena de 12 años y un mes de cárcel.
“Sólo tendremos organización cuando se cumpla estrictamente la norma jurídica; cuando uno piensa que no puede cumplirse la norma jurídica, la sociedad se desorganiza”, sostuvo Temer.
En tanto, la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) confirmó que son verdaderos los audios divulgados del vuelo que llevó a prisión a Luiz Inácio Lula da SIlva, donde por radio se pedía “tirar a esa basura por la ventana” y “que no vuelva nunca más”, en alusión al ex presidente.
El hecho generó un capítulo más de la crisis generada por la detención del líder opositor de Brasil el sábado pasado.
Según la Fuerza Aérea, los mensajes de odio contra Lula, que estaba siendo llevado en avión desde San Pablo hasta Curitiba el sábado a cumplir una condena de 12 años y un mes de prisión, no partieron de ninguna de las torres de control ni de los aeropuertos de Congonhas ni del destino, Affonso Pena, en la capital del estado de Paraná.
“Las voces no son de controladores de vuelo”, dijo la Fuerza Aérea, que indicó que la frecuencia usada para las comunicaciones es abierta y que las reglas alientan a que cada uno que ingresa en la radio debe identificarse.
“Lamentablemente, la frecuencia fue usada de modo inadecuado por algunos usuarios que se valieron del anonimato para contrariar las reglas”, dice un comunicado de la Fuerza Aérea.