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En una estancia de Uruguay delincuentes le robaron 17 lingotes de oro al magnate alemán August Von Finck. Todos fueron detenidos y no hay rastros del botín.
El magnate alemán August Von Fink fue víctima del robo de 17 lingotes de oro en una estancia del corredor litoral de Uruguay.
El atraco ocurrió entre principios de junio y fines de julio y acaba de salir a la luz en las últimas horas.
Toco ocurrió cuando once personas ingresaron a la estancia de August von Finck junior, un millonario de 91 años, lograron abrir la bóveda secreta donde encontraron 17 lingotes de oro, en un golpe cinematográfico.
Las autoridades uruguayas no reportaron en qué localidad está ubicada la estancia y solo dijeron que estaba en el corredor litoral, integrado por Carmelo, Colonia del Sacramento, Fray Bentos, Mercedes, Nueva Palmira, Paysandú y Salto.
El robo fue cometido en dos partes. La primera de ellas el 6 de junio pasado; mientras que la segunda, cuando escaparon con el material, fue el 26 de julio, unos veinte días después.
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En su primer ingreso a la estancia, los delincuentes que contaban con información sobre donde se encontraba la caja fuertes.
Una vez adentro, los asaltantes se dirigieron hacia la zona subterránea a la habitación principal, donde el magnate multimillonario alemán conservaba parte de su fortuna.
“En su primer ingreso a la estancia, los integrantes de la organización solo pudieron sacar la traba de hierro de la caja fuerte y cortar su primera capa de hierro que quedó tirada en el piso”, señaló la fiscal de Carmelo, Eugenia Rodríguez, que lleva a cargo la investigación por el robo.
Cuando ingresaron por primera vez, los delincuentes permanecieron sólo unos pocos minutos en el lugar y escaparon.
Incluso dejaron allí los instrumentos que habían utilizado como discos de corte y tubos de oxígeno.
Unas tres semanas después los asaltantes volvieron al lugar y fue el 26 de julio pasado cuando lograron ingresar a la bóveda nuevamente y terminar de acceder a lo que había dentro.
El botín con lingotes y monedas está valuado en 2,5 millones de dólares y habían sido retirados de un banco alemán.
Fueron cuatro meses de exhaustiva investigación hasta que las autoridades desmantelaron la banda.
El golpe comando fue cometido por 11 personas que fueron detenidas durante una operación llamada “Anónymus” y luego condenados por la Justicia de Uruguay.
A pesar de las detenciones, no se pudo dar con el botín.
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