Los españoles y portugueses recuperaron desde las primeras horas de este martes una buena parte de su cotidianidad tras el histórico apagón que afectó a los dos países este lunes.
Luego una jornada de tensión e incertidumbre por el histórico apagón eléctrico, los españoles y portugueses recuperaron desde las primeras horas de este martes una buena parte de su cotidianidad.
El gobierno de Pedro Sánchez informó a las 6 que se había restablecido el servicio eléctrico a un 99 por ciento; el metro volvió a funcionar en Madrid y parcialmente en Barcelona; se recuperaron casi completamente las comunicaciones telefónicas; y se recompuso el servicio de Internet.
También en Portugal la red eléctrica quedó “perfectamente estabilizada”, según el operador local, PEN, que aclaró que sus 6,4 millones de clientes tenían servicio.
El gobierno portugués descartó la pista de un ciberataque: “No tenemos en este momento ninguna información vinculada a un ciberataque o una agresión hostil. Esa es la evaluación preliminar de los distintos servicios”, dijo el portavoz del ejecutivo, Antonio Leitao Amaro, quien precisó en una entrevista al canal CNN Portugal que lo ocurrido sería fruto de un “problema en la red de transporte” de energía eléctrica ocurrido en España.
Por su parte, el primer ministro en funciones portugués, Luís Montenegro, anunció que pedirán una auditoría independiente de la UE para esclarecer las causas del apagón, y aseguró que los funcionarios del Estado siguen trabajando sin descanso para restablecer la conectividad en las zonas afectadas.
"Estamos en contacto permanente con las fuerzas de seguridad, protección civil, las fuerzas armadas, los hospitales y las empresas de suministro de combustible para garantizar la capacidad de respuesta en infraestructuras esenciales y el apoyo a los necesitados", dijo Montenegro en un post en X.
Después del mediodía, Pedro Sánchez aseguró en su tercera conferencia de prensa desde que ocurrió el apagón que “no existen pruebas concluyentes para decir que el evento fue provocado por un ataque terrorista”. Y agregó que “sería imprudente descartar cualquier hipótesis”.
Desde el Palacio de la Moncloa, el líder socialista dijo que los expertos están analizando lo ocurrido en los cincos segundos que desataron el colapso de la red eléctrica. “Necesitamos tiempo”, pidió.
Horas antes, un juez de la Audiencia Nacional, el principal tribunal español, había abierto una investigación de oficio para determinar si el apagón pudo haber sido causado por un acto de sabotaje informático sobre la infraestructura española, un delito que en España puede ser calificado como terrorismo si se considera probado que la intención fue desestabilizar el orden público.
Desde la Red Eléctrica, una sociedad mixta con mayoría de capital público, habían sido concluyentes al descartar la hipótesis de un ciberataque, pero también la posibilidad de que se haya tratado de un error humano o un fenómeno meteorológico. El director del ente, Eduardo Pietro, apuntó que es “muy posible” que las caídas de la generación fueran en la tecnología solar.
Cabe destacar que los coletazos del apagón todavía se perciben hoy en España, que no pudo rehacer completamente su vida normal. Aunque los colegios están abiertos, las escuelas públicas no dictan clases, es decir, una gran cantidad de niños están en sus casas.
Por otro lado, la movilidad de mediana y larga distancia está reducida porque el servicio ferroviario todavía no se recuperó completamente. Demoras, cancelaciones y otros inconvenientes elevaron la tensión en las estaciones de Atocha y Chamartín, en Madrid, pero también en otras terminales de Barcelona, Valencia y Sevilla.
Los apagones afectaron a muchas zonas urbanas densamente pobladas. En España, grandes centros como Madrid, Barcelona, Sevilla, Ávila, Murcia, Galicia, Alicante y Zaragoza se vieron afectados. En Portugal, las dos mayores ciudades, Lisboa y Oporto, sufrieron problemas similares.