Es uno de los pájaros más robustos, pero al mismo tiempo tiene una distinción que lo hace muy requerido por los amantes de las aves. Se lo alimenta con mijo, alpiste y girasol y es importante darles arroz con cáscara y lechuga o alguna otra verdura y frutas como naranja o peras
Su nombre común es calafate, gorrión de Java o padda, es uno de los animales más robustos y elegantes que podamos encontrar, caracterizándose por ser un ave que se adapta fácilmente a cualquier situación y que no se ve intimidado por la presencia del hombre. Suele presentar un comportamiento poco ruidoso, siendo animales muy activos.
Está encuadrado dentro del orden de las paseriformes, familia de los estríldidos. Alcanza una talla adulta que ronda los 14 centímetros, por lo que podemos decir que este ave se puede encuadrar dentro de los estríldidos de mayor tamaño. La especie silvestre presenta un plumaje predominantemente azul grisáceo pálido. Su principal característica identificadora está en su cabeza, que es negra con manchas blancas en las mejillas. La cola también es negra. El pico es rojo y rosa, los ojos castaños, las patas color carne y las uñas claras.
Son nativos de Java, Bali, y otras islas próximas. Se ha introducido de forma secundaria en otros lugares como Sri Lanka, zona meridional de Birmania, Zanzíbar, la isla de Santa Elena, el archipiélago de Sonda, Timor, Sumatra, Borneo, China, Japón, Fiji, Formosa, Malasia y las Filipinas. También le podemos encontrar en algunas regiones de Africa, las islas Hawaii, e incluso se ha registrado una colonia de estas aves a las afueras de Miami.
Habita tanto en zonas arboladas como en las tierras bajas, sobre todo en los campos de arroz y bambú formando en ocasiones grandes bandadas de cientos de individuos.
Podemos encontrarlo también en las proximidades de emplazamientos humanos anidando en tejados y edificios.
Es considerado una auténtica plaga por los agricultores dedicados al cultivo del arroz debido a la voracidad con la que devoran este cereal. En campo abierto suele anidar en arbustos, en las copas de los arboles y en palmeras. Anidan también en nidos abandonados de pájaros carpinteros y en cavidades y huecos en piedras calizas.
Debido a su robustez y adaptabilidad algunos países han prohibido la tenencia del gorrión de Java como consecuencia del peligro que implican para la agricultura en el caso de que una población de animales fugados se instale en la naturaleza.
La cría del calafate no es muy complicada, ya que son ellos mismos los que crían. La puesta suele ser de 4 a 6 huevos blancos por nidada, depositándolos uno cada mañana hasta completar la puesta, la incubación es de 13/15 días según la temperatura. Tanto el macho como la hembra intervienen de manera activa en la incubación de los huevos. A los ocho o diez días de la eclosión los pequeños gorriones abren los ojos y comienzan a hacerse visibles los cañones que formarán las plumas.
A los 26/28 días de edad abandonan el nido aunque seguirán siendo alimentados por sus progenitores durante diez días más. Es conveniente que para la cría los ejemplares tengan edades por encima del año en el caso de las hembras y por encima de los diez meses en el caso de los machos. Las crías se deben separar de los padres a partir de los 45 días del nacimiento, donde pasarán a una jaula o voladora bastante grande para poder ejercitar las alas y que tengan un desarrollo normal.
El nido consiste en una caja de madera de medidas de 15 cm. de largo por 15 cm. de ancho por 12 cm. de alto, con la parte frontal semiabierta, es decir con una abertura de 7 cm., para que puedan entrar los ejemplares, quedando 5 cm. solo de pared.
La alimentación está basada en semillas de mijo, alpiste, panizo, mijo rojo, avena, girasol y colza, muy importante es la aportación de arroz con cáscara, que debe estar siempre disponible, para que los ejemplares puedan comer, es muy beneficioso para los intestinos y un gran aporte de fibra y calcio para el desarrollo de los ejemplares. También dar diariamente bizcocho (del mismo que se utiliza para los canarios) al que se le debera agregar algún polvo vitamínico, con calcio y aminoácidos.
Es muy beneficioso para las aves darles verduras como lechuga, radicheta, diente de león, brócoli y frutas como la naranja, la pera, uvas, durazno, ciruelas, entre otras.