Cambio de directivos en el hospital Equiza

Los problemas en el área de Salud que afronta el municipio de La Matanza derivaron en la renuncia del equipo directivo que conducía el hospital materno infantil José Equiza, de González Catán, y desencadenó ayer, también, en la cuarta movilización de 2010 de la Asociación de Profesionales de la Salud (ASP) para manifestarse por “el aumento de la inseguridad en hospitales”, entre otras cosas. José Luis Martínez, director ejecutivo, y Víctor Sivo, director adjunto, se alejaron de los cargos que ocupaban en el centro de salud y, por el momento, el Municipio relegó la conducción en manos de Vicente Gago, el titular de la Región Sanitaria Municipal, a modo de interinato. Al respecto, el secretario de Salud local, Luis Eizaguirre explicó que “no se les pidió la renuncia” y sostuvo que “dieron un paso al costado entendiendo que los sobrepasó la situación, más aún después del caso de Del Valle”. Semanas atrás, Martínez y Sivo afrontaban fuertes críticas por el fallecimiento de Ruth Del Valle, una adolescente embarazada que perdió la vida junto con su bebé el 30 de septiembre pasado, luego de ser atendida en el Hospital. Con respecto al futuro del Equiza, Eizaguirre afirmó que “Gago puede asegurar el normal funcionamiento de la institución” y agregó que para no demorar la asunción del nuevo director “la Secretaría está evaluando la posibilidad de nombrar a la próxima autoridad”. “En 20 días estaremos nombrando al director y lo que se intenta es recurrir a personal con mucha antigüedad del mismo hospital”, adelantó.
Inseguridad
Durante la protesta, que se efectuó en la plaza San Martín ubicada frente al edificio municipal, la presidenta de la APS, Patricia Suar, denunció que la situación de inseguridad que atraviesan los empleados del Equiza “es preocupante y nadie toma cartas en el asunto”. En ese sentido, Suar explicó que tras la muerte de la joven y su bebé “desde hace dos meses ingresan grandes cantidades de personas a buscar justicia y la gente de hospital trabaja en situación de estrés y violencia”. “El reclamo de los familiares es justo pero no es el modo adecuado porque genera una violencia innecesaria”, agregó.