Un comedor ubicado en el barrio La Palangana de Virrey del Pino, que brinda alimento a casi 400 chicos y 100 adultos diariamente, sufrió dos hechos delictivos consecutivos en el lapso de dos semanas: en el primero, le sacaron las ollas, y en el segundo, provocaron distintos destrozos.
En diálogo con POPULAR, la responsable del Comedor y Merendero Piecitos Mojados, Olga Parraz, precisó que la entidad “está ubicada en el centro del barrio, ubicado a la altura del kilómetro 36 de la Ruta 3, una zona muy conflictiva, donde está la droga, pero donde también vive gente muy humilde”.
Y dio detalles de los dos ataques sufridos en menos de 15 días. “En el primero se llevaron las ollas y dos elementos utilizados para trabajos de albañilería, un fratacho y una pala. Y en el segundo, se llevaron una olla que nos había prestado una vecina, destrozaron todos los vidrios de las ventanas, patearon los bancos y sacaron y tiraron las botellas con agua que teníamos en la heladera, a la que movieron hasta la ventana, con la intención de llevársela”.
Parraz indicó que tras los robos y vandalismo, “un grupo solidario nos donó rejas para las dos ventanas, que ya colocamos. Nos falta instalar una reja en la puerta, y construir un muro; los materiales ya los tramitamos ante la Secretaría de Desarrollo Social del municipio, y la mano de obra la aporta la comunidad”.
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Piecitos Mojados no cerró sus puertas, y los alimentos los elaboran con ollas que prestaron las vecinas. “Abrimos las puertas a las 8, y poco después llegan las mamás, que elaboran la comida y los postres, para hacer frente a los casos de desnutrición y bajo peso que vemos en muchos chicos”.
Agregó que “a las 17 servimos la comida, junto a pan, facturas, y hay mamás que se llevan las viandas para la noche. También las asistimos con leche en polvo, ropa y calzado”.
El comedor y merendero del barrio La Palangana de Virrey del Pino recibe mercadería de Desarrollo Social del municipio “para 150 niños, pero en la actualidad asistimos a alrededor de 400. Contamos con la colaboración de panaderías y otros comercios, que nos permiten llegar a todos”.
Olga Parraz apuntó que “hay familias que vienen caminando del fondo de los kilómetros 34, 37 y 39, en algunos casos son 50 cuadras de ida y otras tantas de vuelta. En los últimos 3, 4 años, la demanda crece de manera constante”.
“Por esa razón -añadió- hace dos meses abrimos un merendero en el barrio Los Alamos (también en Virrey del Pino), al que concurren 110 niños y 30 adultos”.
Olga Parraz advirtió a continuación que “vemos que hay gran cantidad de gente en situación de calle, hay muchos niños que están siempre a la intemperie, con los consiguientes riesgos”