D irigentes de la oposición y de organismos de Derechos Humanos cruzaron ayer al jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados, Nicolás Massot, por su propuesta de impulsar un proceso de “reconciliación” con los represores de la década del setenta, a espejo de lo sucedido “en Sudáfrica” con los responsables del “apartheid”.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, no dejó pasar por alto las declaraciones de Massot, y tildó de “aberración” el planteo de la “reconciliación”
“No queremos abrazarnos con quien asesinó, rechazamos de plano esta posibilidad”, expresó la titular de abuelas.
“Massot es un hombre joven, que reacciona o le dicen lo que tiene que decir. Lo pondría a leer la historia que se escribió. Lo que él propone es una aberración”, agregó la referente del movimiento de Derechos Humanos, que dijo haber estado en Sudáfrica y que allí la gente “no está de acuerdo con que venga a llorarle el asesino que mató a sus familiares”.
Para el diputado del Frente para la Victoria Eduardo “Wado” de Pedro, “la reconciliación tiene que ser entre los argentinos de buena fe” pero que “los responsables de un genocidio tienen que estar en la cárcel”.
En tanto, el jefe del bloque de diputados del FpV-PJ, Agustín Rossi, afirmó que “reconciliarse con los que violaron, torturaron, robaron bebes, olvidarse de que en el mundo hay una cantidad de adultos apropiados ilegalmente por la dictadura que no conocen su identidad” le recuerda “los peores momentos en la lucha por la vigencia por los derechos humanos”.
La polémica se inició cuando Massot, en declaraciones a un matutino, dijo que “con los años 70 hay que hacer como en Sudáfrica y llamar a la reconciliación”. “Debemos poder cerrar los capítulos para poder avanzar como sociedad. El desafío es superar ese capítulo con mayúscula, que implica no sólo memoria, justicia y verdad, sino también perdón”, agregó.