Lea Zajac de Novera y Mira Kniazew son dos ancianas amigas que viven en Buenos Aires. En sus reuniones hay largas charlas sobre películas, familias y anécdotas de los primeros días en la inmensa ciudad. Pero las lágrimas en los ojos de ambas aparecen cuando hay un recuerdo que está latente: Auschwitz. Ellas son parte de los 33.502 sobrevivientes del infierno nazi, de la guerra, de la discriminación y de lo más aterrador del hombre.
El documental “Lea y Mira”, de Poli Martínez Kaplún y que se estrena el 9 de marzo, es la demostración de una herida profunda en la sociedad mundial mediante las palabras de dos mujeres que, cuando muy jóvenes, vieron la muerte de cerca, sintieron el olor a cuerpos cremados y sus estómagos crujir de hambre.
También trata sobre el deseo y la necesidad de intentar salir adelante, lejos de casa, en otro continente, frente a otra cultura, pero sin olvidar y tratar de que el resto tampoco olvide.