La enuresis suele provocar en los chicos que la padecen dificultad para las relaciones sociales y baja autoestima. El trastorno, que incluso puede afectar a adolescentes, es un síntoma que conviene descifrar. El significado del problema y el rol de la familia
El problema de los niños que se hacen pis en la cama afecta no sólo su conducta sino que produce también estrés en los padres, según reveló un estudio reciente. La enuresis es un síntoma que afecta tanto a los chicos como a su entorno familiar, por lo que la consulta con un especialista es el primer paso para llegar a una solución.
Una de cada diez personas padeció enuresis de niño, mientras que la mayoría de la población tiene o tuvo un hijo, familiar cercano o conocido con este trastorno.
Los resultados de la investigación revelan que los niños enuréticos tienen, además, menor capacidad para relacionarse socialmente, hiperactividad y más probabilidades de distraerse: “Los niños con enuresis pueden presentar trastornos de la conducta y baja autoestima, ya que hay algo que ellos no pueden controlar”, señaló el médico urólogo infantil Eduardo Ruiz.
Los especialistas lo consideran un síntoma asociado a diversas causas que pueden ser orgánicas o funcionales, capaces de favorecer la emisión de orina durante las horas de descanso. También se la vincula a factores psicológicos.
Ruiz, que se desempeña en el Hospital Italiano de Buenos Aires, precisó que cuando se trata de enuresis primaria -es decir cuando el chico no llega a controlar esfínteres a una edad esperable, que se sitúa alrededor de los dos años- es difícil encontrar causas orgánicas y que “por lo que se conoce hasta el momento es un trastorno del sueño o del despertar que, en forma secundaria, genera mayor producción nocturna de orina y cierta inestabilidad vesical mientras se duerme”.
“Hay niños con trastornos funcionales de la vejiga que por la noche se mojan, pero corresponden en realidad a la expresión nocturna de un problema orgánico”, sostuvo el profesional, para advertir que “a partir de los 6 años empieza a ser un síntoma molesto por la vergüenza, problemas en la autoestima y limitaciones sociales que genera”.
Los padres de niños con enuresis poseen un alto nivel de estrés ya que suele tratarse de niños muy demandantes. Por esta causa están en general agotados, necesitan contención y una explicación de lo que les está pasando a sus hijos. Para Ruiz, “la falta de información genera una sensación de soledad e impotencia ante la situación familiar, lo cual inevitablemente recae en suponer una falla en la crianza misma”.
Cuando se trata de enuresis secundaria, es decir aquella que aparece después de un período en el que el chico dejó de mojar la cama, es más frecuente hallar como causa trastornos emocionales.
A pesar de que su frecuencia es baja, también puede presentarse en adolescentes, para quienes puede convertirse en un grave complejo psicológico.
Ruiz resaltó la importancia de la contención familiar y precisó que “es un trastorno distribuido en todos los estratos sociales, aunque es probable que en sociedades o países que tienen problemas de salud básicos solucionados, la enuresis cobre una dimensión más importante”.
Asimismo, aseguró que se trata de un problema que tiene tratamiento, dirigido a la reducción de la producción de orina, a reconocer la vejiga llena durante el sueño o, si se está en presencia de un trastorno orgánico puede recurrirse a la medicación.