Los perros tienen un gran abanico de expresiones y formas muy diferentes de comunicarse con nosotros, hasta el punto de que un simple cruce de miradas con nuestro amigo peludo puede ser más que suficiente para saber cómo se siente.
Pero en esta comunicación canina también hay cabida para los gestos, los movimientos, como puede ser el simple hecho de rascar la cama antes de acostarse y por supuesto también los ruidos, como pueden ser los ladridos o los aullidos.
Por estrés o ansiedad. Cuando un perro se encuentra estresado puede comenzar a aullar más y de forma prolongada, estos aullidos también pueden producirse por un susto o por ansiedad, en cuyo caso también pueden venir acompañados de movimientos energéticos con la cola o vueltas sobre sí mismo. Dentro de la ansiedad, una de las causas más comunes viene de la ansiedad por separación, en cuyo caso el aullido puede venir provocado por ese tiempo prolongado en el que nuestro can echa de menos reunirse con sus compañeros humanos.
Por imitación. Los perros adoran imitar otros sonidos y cuanto más agudos sean mejor. En muchos casos el aullido puede venir provocado por un sonido de una sirena, por la música o simplemente por escuchar aullar a otros compañeros de su misma especie.
Territorial. Al igual que los perros ladran cuando alguien extraño se aproxima a la puerta, los perros también pueden aullar para alertarnos de que se acerca alguien desconocido y para marcar su territorio.
Por empatía. Los perros también pueden percibir nuestras emociones o nuestro estado emocional, así que el simple hecho de estar tristes, enfadados o llorar, puede provocar que nuestro perro aulle como forma de mostrar empatía con nuestras emociones.
Dolor o molestia. Los perros también pueden aullar cuando presentan algún dolor o molestia, en este caso podremos identificar fácilmente el aullido ya que tenderá a ser en un tono más bajo y quebrado que el aullido común.
Entusiasmo. El aullido también puede significar alegría y felicidad, como por ejemplo puede suceder cuando nuestro can ve que su familia humana llega a casa después de varias horas. Es su forma de transmitirnos que está contento con nuestra llegada y con volver a reunirse con su manada humana.
Identificación de un rastro. Sobre todo las razas de perros empleadas para cazar o como perros de rastreo, suelen aullar cuando encuentran algo o identifican un determinado rastro que tienen que seguir. Algo para lo que este tipo de perros pueden ser adiestrados y en lo influye mucho su instinto.