Es una buena costumbre que también los ayudará a soportar los días de extremo calor.
Solamente se podrá entrenar bien al perro en el agua, si éste accede con satisfacción al medio líquido. Pero lamentablemente a todos los perros no les gusta o no tuvieron experiencias agradables en el agua.
Por eso lo conveniente es comenzar en forma gradual. Si está en una zona de mar, una buena forma es llevarlo por la orilla, donde el agua no lo tape, y si es necesario se lo puede animar metiéndose en el agua antes que él, o buscándole como compañero a otro perro que sea buen nadador para que lo anime. Pero lo que nunca hay que hacer, es sumergirlo de golpe ni obligarlo si no quiere. De nada valdrá conseguir que un perro nade si odia hacerlo.
Por lo general los cachorros le tienen menos miedo al baño que un perro adulto con una vivencia negativa relacionada con el agua. Por eso es conveniente que los perros tengan su primer contacto con el agua a temprana edad. Con frecuencia los cachorros tienen menos miedo a mojarse que un perro adulto que haya desarrollado temor al baño, como consecuencia de una experiencia anterior traumático.
En cualquier caso, es esencial que la inmersión del perro se haga despacio, con paciencia y en forma paulatina. El primer baño del cachorro es el más importante, ya sea en una piscina, un río, un lago seguro o en el mar. Se debe animar poco a poco él solo, jamás hay que forzarlo. Hay que tratar de tranquilizar al cachorro y convertir su chapuzón en una vivencia agradable. De esta forma se logrará que cuando sea adulto asocie la natación con una experiencia positiva. Primero se le mojarán las patas, luego la panza, hasta que un día el perro entrará solo en el agua.
Transformar el lugar del baño en una zona de juego es una buena idea para inspirar la confianza del perro. Contar con juguetes de materiales resistentes al agua favorecerá que el animal experimente las inmersiones en el agua como una experiencia positiva y que aumenten sus ganas de comenzar a nadar.
Los primeros chapuzones conviene que sean en una piscina de lona, poco profunda, para que empiece a disfrutar del agua. Elegir un lago o un río poco profundo para el primer día de agua ayudará a que el perro adquiera confianza en sí mismo, ya que un animal primerizo no estará acostumbrado a perder el contacto de sus patas con la superficie.
La orilla del mar es otra buena opción para invitar al perro a tener su primera experiencia acuática. Una vez en la orilla, suele ayudar el juego con una pelota, a la vez que se utilicen palabras cariñosas de ánimo, que lo motiven a zambullirse. Hay que tener en cuenta que la participación del dueño y su apoyo son de suma importancia, porque es el mayor referente de confianza y seguridad del animal.
No todas las razas de perro tienen las mismas aptitudes para aprender a nadar. Mientras que el perro de agua es un excelente nadador, e incluso es capaz de bucear sin demasiada dificultad, otras razas, como por ejemplo el Bulldog, pueden tener menos aptitud.
La seguridad del perro es la pauta esencial que debe primar cuando se le enseña a nadar. Esto explica que el perro pueda utilizar un flotador canino, o también contar con la ayuda de un adiestrador profesional, para evitar riesgos innecesarios durante las primeras inmersiones. Otra posibilidad es optar por un chaleco salvavidas, adaptado al cuerpo del perro. El baño debe ser una propuesta divertida para el pero. Si el animal no disfruta, lo más conveniente es desistir y asumir que prefiere la tierra firme.
La ayuda y cariño del dueño es esencial para un perro que está aprendiendo a nadar. Resulta positivo probar con sostener al perro por la cadera, de modo que pueda patalear con sus cuatro extremidades libres en el agua. El animal debe utilizar sus cuatro patas a modo de remo. Por eso hay que asegurarse que los movimientos del perro no se limitan a sus extremidades delanteras. Las palabras de ánimo, las caricias y el cariño son imprescindibles para que un perro disfrute del nado y, de forma muy especial, durante sus primeros chapuzones.
Aprenden rápido y no es necesaria mucha técnica
La natación tiene algunos principios fisiológicos y mecánicos específicos, conocerlos ayudará a aprovechar mejor el magnífico ejercicio en beneficio del animal. Algunos perros se ponen nerviosos en su primer día de agua y tienden a nadar en posición vertical; en este caso es conveniente que el dueño se meta con él al agua y lo sostenga por la panza hasta que el perro se adapte, por lo general aprenden enseguida.
Otra precaución indispensable de tomar es procurarle al perro una salida fácil del agua. Esto es sumamente importante si nada en una piscina y más aún si el perro no está habituado al agua y se pone nervioso. Si el tiene acceso libre a la piscina y ésta no tiene salida fácil, lo mejor es cercarla.
La adaptación del perro al agua se efectúa rápidamente. En pocas sesiones se puede contemplar como el estilo de natación se hace más fluido y sin tanto esfuerzo aparente, la habilidad motora mejora con rapidez, incluso en perros que durante los primeros días se veían pesados y nadando forzados.
La confianza en el agua es el factor principal, una vez conseguido es fácil enseñarle al perro incluso a bucear y recoger objetos del fondo.
Si se vive cerca del mar, de un lago o un río, se puede adiestrar al perro para que busque objetos del agua. Será un buen ejercicio que además le aportará diversión al perro. Si ya sabe nadar, se puede comenzar lanzando un palo no muy lejos y animarlo a que nade hasta él, lo agarre y lo traiga. Si el perro aún no sabe lo que es darse un buen chapuzón, la mejor manera de enseñarle a nadar es lanzándose uno mismo al agua y empezar a nadar. No necesitará animarlo demasiado, ya que no querrá quedarse solo en la orilla. Hay que llamarlo y nadar cerca del margen. Luego, hay que llamarlo otra vez pero ir metiéndose un poco más adentro.
Tips
El kit de primeros auxilios para perros, gatos y caballos es parecido al de los humanos y debería tener productos para situaciones similares como son laceraciones o golpes.
18 días aproximadamente tardan en empollar las palomas según la especie a la que pertenecen. Empollan tanto el macho como la hembra y al cabo de este período nacen uno o dos pichones.
Ojo con los dientes!
Los dientes de los hamster no paran de crecer nunca, por lo que es necesario proporcionarles maderas adecuadas para roer y así evitar que crezcan demasiado.
¿No me diga?
Caballo es el nombre común de una especie perteneciente a la familia de los équidos. Este grupo está constituido por tres mamíferos salvajes: las cebras, los asnos y los caballos.
Solamente se podrá entrenar bien al perro en el agua, si éste accede con satisfacción al medio líquido. Pero lamentablemente a todos los perros no les gusta o no tuvieron experiencias agradables en el agua.
Por eso lo conveniente es comenzar en forma gradual. Si está en una zona de mar, una buena forma es llevarlo por la orilla, donde el agua no lo tape, y si es necesario se lo puede animar metiéndose en el agua antes que él, o buscándole como compañero a otro perro que sea buen nadador para que lo anime. Pero lo que nunca hay que hacer, es sumergirlo de golpe ni obligarlo si no quiere. De nada valdrá conseguir que un perro nade si odia hacerlo.
Por lo general los cachorros le tienen menos miedo al baño que un perro adulto con una vivencia negativa relacionada con el agua. Por eso es conveniente que los perros tengan su primer contacto con el agua a temprana edad. Con frecuencia los cachorros tienen menos miedo a mojarse que un perro adulto que haya desarrollado temor al baño, como consecuencia de una experiencia anterior traumático.
En cualquier caso, es esencial que la inmersión del perro se haga despacio, con paciencia y en forma paulatina. El primer baño del cachorro es el más importante, ya sea en una piscina, un río, un lago seguro o en el mar. Se debe animar poco a poco él solo, jamás hay que forzarlo. Hay que tratar de tranquilizar al cachorro y convertir su chapuzón en una vivencia agradable. De esta forma se logrará que cuando sea adulto asocie la natación con una experiencia positiva. Primero se le mojarán las patas, luego la panza, hasta que un día el perro entrará solo en el agua.
Transformar el lugar del baño en una zona de juego es una buena idea para inspirar la confianza del perro. Contar con juguetes de materiales resistentes al agua favorecerá que el animal experimente las inmersiones en el agua como una experiencia positiva y que aumenten sus ganas de comenzar a nadar.
Los primeros chapuzones conviene que sean en una piscina de lona, poco profunda, para que empiece a disfrutar del agua. Elegir un lago o un río poco profundo para el primer día de agua ayudará a que el perro adquiera confianza en sí mismo, ya que un animal primerizo no estará acostumbrado a perder el contacto de sus patas con la superficie.
La orilla del mar es otra buena opción para invitar al perro a tener su primera experiencia acuática. Una vez en la orilla, suele ayudar el juego con una pelota, a la vez que se utilicen palabras cariñosas de ánimo, que lo motiven a zambullirse. Hay que tener en cuenta que la participación del dueño y su apoyo son de suma importancia, porque es el mayor referente de confianza y seguridad del animal.
No todas las razas de perro tienen las mismas aptitudes para aprender a nadar. Mientras que el perro de agua es un excelente nadador, e incluso es capaz de bucear sin demasiada dificultad, otras razas, como por ejemplo el Bulldog, pueden tener menos aptitud.
La seguridad del perro es la pauta esencial que debe primar cuando se le enseña a nadar. Esto explica que el perro pueda utilizar un flotador canino, o también contar con la ayuda de un adiestrador profesional, para evitar riesgos innecesarios durante las primeras inmersiones. Otra posibilidad es optar por un chaleco salvavidas, adaptado al cuerpo del perro. El baño debe ser una propuesta divertida para el pero. Si el animal no disfruta, lo más conveniente es desistir y asumir que prefiere la tierra firme.
La ayuda y cariño del dueño es esencial para un perro que está aprendiendo a nadar. Resulta positivo probar con sostener al perro por la cadera, de modo que pueda patalear con sus cuatro extremidades libres en el agua. El animal debe utilizar sus cuatro patas a modo de remo. Por eso hay que asegurarse que los movimientos del perro no se limitan a sus extremidades delanteras. Las palabras de ánimo, las caricias y el cariño son imprescindibles para que un perro disfrute del nado y, de forma muy especial, durante sus primeros chapuzones.
Aprenden rápido y no es necesaria mucha técnica
La natación tiene algunos principios fisiológicos y mecánicos específicos, conocerlos ayudará a aprovechar mejor el magnífico ejercicio en beneficio del animal. Algunos perros se ponen nerviosos en su primer día de agua y tienden a nadar en posición vertical; en este caso es conveniente que el dueño se meta con él al agua y lo sostenga por la panza hasta que el perro se adapte, por lo general aprenden enseguida.
Otra precaución indispensable de tomar es procurarle al perro una salida fácil del agua. Esto es sumamente importante si nada en una piscina y más aún si el perro no está habituado al agua y se pone nervioso. Si el tiene acceso libre a la piscina y ésta no tiene salida fácil, lo mejor es cercarla.
La adaptación del perro al agua se efectúa rápidamente. En pocas sesiones se puede contemplar como el estilo de natación se hace más fluido y sin tanto esfuerzo aparente, la habilidad motora mejora con rapidez, incluso en perros que durante los primeros días se veían pesados y nadando forzados.
La confianza en el agua es el factor principal, una vez conseguido es fácil enseñarle al perro incluso a bucear y recoger objetos del fondo.
Si se vive cerca del mar, de un lago o un río, se puede adiestrar al perro para que busque objetos del agua. Será un buen ejercicio que además le aportará diversión al perro. Si ya sabe nadar, se puede comenzar lanzando un palo no muy lejos y animarlo a que nade hasta él, lo agarre y lo traiga. Si el perro aún no sabe lo que es darse un buen chapuzón, la mejor manera de enseñarle a nadar es lanzándose uno mismo al agua y empezar a nadar. No necesitará animarlo demasiado, ya que no querrá quedarse solo en la orilla. Hay que llamarlo y nadar cerca del margen. Luego, hay que llamarlo otra vez pero ir metiéndose un poco más adentro.
Tips
El kit de primeros auxilios para perros, gatos y caballos es parecido al de los humanos y debería tener productos para situaciones similares como son laceraciones o golpes.
18 días aproximadamente tardan en empollar las palomas según la especie a la que pertenecen. Empollan tanto el macho como la hembra y al cabo de este período nacen uno o dos pichones.
Ojo con los dientes!
Los dientes de los hamster no paran de crecer nunca, por lo que es necesario proporcionarles maderas adecuadas para roer y así evitar que crezcan demasiado.
¿No me diga?
Caballo es el nombre común de una especie perteneciente a la familia de los équidos. Este grupo está constituido por tres mamíferos salvajes: las cebras, los asnos y los caballos.
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