La actriz y cantante descubrió que se siente atraída por encarnar a estas heroínas “de una generación que tuvieron que abrirse paso a los codazos entre los hombres”
Nacha Guevara, la autora, protagonista y directora del musical Tita. Una vida en tiempo de Tango, en escena en el Metropolitan I, aseguró que después de interpretar Evita descubrió que se siente atraída por encarnar a “mujeres fuertes de una generación que tuvieron que abrirse paso a los codazos entre los hombres”.
“Tenían que ser muy fuertes para llegar hasta donde ellas llegaron”, resaltó Guevara sobre la particularidad de haber hecho de Eva y ahora de Tita.
Al profundizar sobre el concepto, la actriz aseveró que “hoy en día es muy difícil que haya mujeres como ellas. La sociedad actual no te deja hacer eso”.
“Ya nos domestican desde muy temprano. La televisión domestica mucho. Tiene que ser alguien de una fortaleza interior muy grande para romper el molde, porque hoy el ‘establishment’ y la sociedad nos piden que seamos todos iguales, y en esa generación querían ser todos diferentes, ésa es la gran diferencia que hay”, agregó.
El musical Tita, que escribió en coautoría con Alberto Negrín, cuenta la vida de Tita Merello, una de las mujeres más destacadas de la escena nacional, desde la música y la danza del tango, con melodías como Se dice de Mí, Garabatos de Mujer, La Pipistrela, Arrabalera y El Choclo, entre otros, interpretados por una orquesta típica de tango y gran elenco.
Sobre la obra, Guevara reveló cómo se le ocurrió la idea de hacer este musical en el cual homenajea a una mujer única de nuestra cultura popular. “Es raro cómo se me ocurren las cosas. En general me aparecen como una imagen, y en este caso, la primera que tuve es la escena con la que empieza este espectáculo, y ésa me trae otra y otra y así empiezo a armar el rompecabezas”, puntualizó.
A la hora de ponerse en la piel de la popular artista aseguró: “Lo que más me gusta de ella es que fue una mujer que la sociedad no pudo domesticar, y eso fue algo extraordinario”.
“Se trata de un personaje -se explayó- muy atractivo humana y emocionalmente, además de que fue muy contradictoria y eso para un actor es un regalo porque son personajes únicos de la historia”.
En busca de más características acerca de esta emblemática mujer que falleció en 2002 a sus 98 años, resaltó que “fue tan salvaje a los 14 como a los 40 y a los 90 tampoco claudicó. Fue ella misma hasta el último de sus días, le gustara a la gente o no, y eso es algo a lo que pocas personas se animan”.
Grandes amigas
Guevara y Merello fueron grandes amigas desde el día en el que, recordó, “me visitó en el teatro Margarita Xirgu cuando yo hacía Las Mil y una Nachas. La sala tenía un pasillo central. Cuando terminó la función, fui a saludar al público y la vi acercarse muy decidida al escenario. Me miró, se sacó un anillo de oro con un coral, me agarró la mano y me lo puso. Dio media vuelta y se fue. Eso es ser una diva verdadera”, detalló Nacha, que en el musical también se encarga de la iluminación.
Tantos años de amistad dejaron muchas anécdotas y Guevara evocó que “una vez nos peleamos por una tarta de espinacas, algo que parece trivial, pero con ella nada era trivial. Ella decía que la tarta que le había mandado no era hecha en casa y así comenzó la discusión y estuvimos dos meses sin hablarnos”.
“Otra vez -relató risueña- hasta le pisé a Corbata, su perro, y casi me mata, pero ésa me la perdonó enseguida aunque me miró con una cara que ni te cuento”.
La protagonista de Evita cuenta orgullosa que “su última grabación la hizo conmigo. Fue una versión en hip hop de Se dice de Mí para el disco Heavy Tango”.