La Selección Argentina recibió este viernes un duro revés tras la grave lesión de rodilla que sufrió en un entrenamiento el mediocampista Manuel Lanzini, quien se quedó afuera del Mundial de Rusia a menos de una semana del inicio.
La noticia cayó como un baldazo de agua fría, pero cuando se suponía que Jorge Sampaoli despejaría las dudas, se supo de una dolencia de último momento que padeció el también mediocampista Ever Banega, jugador del Sevilla, que obligó al técnico a esperar su evolución para tomar una decisión
Banega acusó una molestia en el gemelo que puso en guardia a Sampaoli, dado que podría verse obligado a optar por convocar a un volante central y no a uno con proyección de ataque como lo es Lanzini.
Mientras el técnico desoja la margarita en el hotel Sofía de Barcelona, los medios de prensa publican encuestas y opinan respecto de quién sería el reemplazante ideal para Lanzini, que se lesionó solo sin haber hecho contacto con algún compañero.
Entre los que se mencionaban para reemplazarlo se destacan Erik Lamela, que también milita en la Premier League con Tottenham Hotspur, y Diego Perotti, delantero de la Roma con otras características.
Dos nombres que parecían tener ventajas, pero que quedaron "congelados" a la espera de la evolución de Banega, que por el contrario potenció la eventual convocatoria del volante central Enzo Pérez, de River Plate.