La lucha por el Botín de Oro, trofeo que desde España ‘82 se destina al goleador de la competencia, provoca un atractivo especial y abre un amplio abanico antes de que la Copa del Mundo de Rusia 2018 se ponga en marcha. En la previa, la nómina de aspirantes al premio registra muchos y excelentes delanteros, aunque, por supuesto, sus chances dependerán de la eficacia y de la capacidad ofensiva que muestren sus respectivos equipos, y también del trayecto que recorran.
Desde este lado del mostrador, el que se pinta de celeste y blanco, resulta inevitable iniciar el detalle de candidatos citando a Lionel Messi, más allá de que el propio capitán del seleccionado argentino haya dicho en innumerables oportunidades que cambiaría cualquier logro personal por ese título que buscará junto a sus compañeros desde el 16 de junio ante Islandia.
En el terreno de las especulaciones podríamos pensar que el mejor de todos tal vez íntimamente se ilusione con ser campeón y máximo artillero del certamen. Pero en el plantel hay otros que, por sus antecedentes, tienen chapa como para pensar de la misma manera: Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín, puntualmente. Los restantes representantes sudamericanos ofrecen más nombres de peso.
Neymar y Gabriel Jesús llevan la bandera de Brasil, mientras que a la dupla de Uruguay, conformada por Luis Suárez y Edinson Cavani, le sobran olfato en el área, calidad y experiencia. Colombia, además de contar con el goleador de Brasil 2014, James Rodríguez, le pone fichas a Radamel Falcao García para que aporte lo que de él se espera, y Perú apuesta por su emblema, Paolo Guerrero, a quien una reciente decisión judicial, que postergó su suspensión, le permitirá jugar el Mundial.
Implacable y ambicioso, a Cristiano Ronaldo no le gustan los números que arroja su participación en tres ediciones mundialistas: 13 partidos y apenas 3 goles convertidos. En Rusia intentará mejorarlos e incorporar una distinción individual a la colección que se observa en su destacada trayectoria. Y en sintonía con la esperanza del portugués, la lista encuentra postulantes de jerarquía: el francés Antoine Griezmann, el inglés Harry Kane, los alemanes Timo Werner y Thomas Müller, el brasileño nacionalizado español Diego Costa, el egipcio Mohamed Salah (afectado por una lesión que puso en duda su presencia) e incluso las referencias ofensivas de Polonia y Bélgica: Robert Lewandowski y Romelu Lukaku, respectivamente.
Ni haría falta aclarar que, a la hora de la verdad, el fútbol permanentemente es capaz de guardarse cartas para sorprender. El caso del ruso Oleg Salenko, quien sólo disputó tres encuentros en Copas del Mundo, avala tal posibilidad.
Fue en Estados Unidos 1994. Y a pesar de que su equipo quedó eliminado en primera ronda, los seis tantos anotados de Salenko -uno en la derrota de Rusia frente a Suecia, cinco en el 6 a 1 sobre Camerún- lo metieron en la historia, porque así se convirtió en goleador del torneo junto al búlgaro Hristo Stoichkov.