Bestia Bebé es una de las bandas más destacadas y populares de la nueva movida rockera independiente que se vive en Argentina en estos tiempos.
A fuerza de buenas canciones, perseverancia, laburo, talento, onda y muchísimos recitales en vivo sobre sus espaldas, los oriundos del barrio porteño de Boedo crecen día a día en convocatoria y se erigen como uno de los referentes de la nueva generación de grupos encabezada hoy en día por Él Mató A Un Policía Motorizado y Los Espíritus.
De cara a la presentación oficial de “Las Pruebas Destructivas”, su flamante tercer LP, DIARIO POPULAR charló en exclusiva con su cantante, guitarrista y líder Tom Quintans.
A continuación, la entrevista completa:
-“Las Pruebas Destructivas” mantiene la línea de los anteriores discos de Bestia Bebé, pero a mí me sonó más rockero y con un audio más potente. ¿Estás de acuerdo?
Sí. No sé si tanto en la composición, pero por los arreglos y por el hecho de que hay más distorsión suena más rockero. Suena más vintage también, con pocas guitarras limpias. Tiene un sonido medio Rolling Stones en cuanto a la rotura del equipo. La batería y el bajo suenan más fuertes que en los discos anteriores también.
-¿Fue una búsqueda consciente?
Sí. Me gusta que todos los discos tengan su sonido particular, para que se diferencien todos entre sí.
-El último tema del disco es, justamente, “Las Pruebas Destructivas”. ¿Por qué decidieron llamar al disco como esta canción?
Fue al revés: el tema se llama por el disco. Todos los temas del disco son viejos. Son reversiones de temas que hacíamos antes del primer álbum y que quedaron afuera, porque por ahí no entraban dentro de lo que estábamos haciendo. Quedaban como viejos para lo nuevo que estábamos haciendo, más que nada porque las letras ya las sentía viejas. Y hoy en día todavía me pasa. Son temas que hice hace como diez años, y lo que hago ahora es un poco diferente en cuanto a las letras. Intenté cambiarlas, pero al final decidí dejarlas así como eran, porque ya tienen su identidad. Y como eran temas viejos que no habían salido en los discos anteriores los pensé como si fueran pruebas. Las pruebas destructivas son las que se hacen a los materiales para ver cuánto resisten. Por eso me gustó el nombre para el disco, porque esos temas sufrieron y resistieron el paso del tiempo hasta que quedaron en este disco.
-Por eso también eligieron la tapa con la fábrica para el disco…
Claro, tal cual. Sale de ahí y también de un libro de Kurt Vonnegut, en el que uno de los personajes nombra a las pruebas destructivas y va a una fábrica. De ahí me quedó un poco esa imagen como de un lugar para destruir. ¡Genial! Un lugar para hacer mierda todo (risas). Por eso la fábrica para la tapa del disco, a la que después le agregamos el humo rojo y los vidrios rotos, para que fuera un poco más del universo de Bestia Bebé. Más vandalizada.
-Teniendo en cuenta que este nuevo álbum es de canciones viejas, ¿estás componiendo nuevas canciones para un próximo nuevo disco?
Tengo canciones nuevas como para un disco nuevo. Todo este tiempo estuve componiendo. No es que me senté a hacerlas, sino que fueron saliendo. Fue un proceso bastante largo. Y como tocamos mucho y tuvimos un montón de viajes, no nos sentamos todavía en la sala a probar los temas. Por eso, y como a principio de año también sacamos “Jungla de Metal 3”, que es un EP de versiones de temas de nuestro segundo disco (NdR: “Jungla de Metal 2”), quisimos grabar los temas de “Las Pruebas Destructivas”, así ya quedaban. Este año es medio como uno de transición, de cosas medio locas. Ya nos pondremos con todo para los temas nuevos. Me pareció un buen momento para grabar estos temas, porque de otra manera no los íbamos a grabar más. También fue un poco para los más fanáticos que querían escucharlos bien grabados y para los que no los conocían.
-¿Cuándo crees que puede salir ese nuevo disco?
Yo creo que recién va a estar para 2019 .
-¿Y qué onda tienen las nuevas canciones que estuviste componiendo?
Antes por ahí partía mucho de riffs o de arpegios, y después agregaba la melodía de voz. Así surgían los temas. Ahora como que estoy haciendo canciones de forma más directa. Me concentro más en la melodía de la voz y en la base. Y ahora las letras son bastante diferentes. Si bien siempre escribí de cosas personales, creo que ahora son más personales todavía. Por ahí son un poco más tristes, más melancólicas. ¡Va ser el disco oscuro! (Risas).
-¿Por qué más tristes? ¿Viviste algo particular que te hizo componer en esa onda?
No hubo ningún hecho en particular. Surgió así. No lo pienso mucho. Quiero hacer algunas nuevas ahora, como para contrarrestar un poco eso. Pero también me gustaron así. Nunca había hecho letras así. Tampoco es que son como Radiohead (risas). Pero sí tienen otra onda. Y ahora que sacamos este disco se re nota la diferencia. Las de este disco son re de la onda de las del primer disco. Son muy de yo hace diez años (risas).
-Teniendo en cuenta que estás componiendo pensando más en la canción en sí, ¿qué compositores de canciones te gustan?
Estoy escuchando muchos compilados de música de los ‘50 y de los ’60, las canciones que tocaba Elvis… Son canciones espectaculares. Me encanta ese tipo de música, con melodías geniales. Pero hay un montón de compositores de canciones que me gustan. Yo soy muy fanático de Oasis. Por ahí Noel Gallagher encara los temas más así. Por ahí para él los riffs no son tan importantes. Tampoco es que el disco va a sonar como “Put Your Head On My Shoulder” (risas), pero lo tomo como una fuente de inspiración.
-Sé que a vos no te gusta la etiqueta “presentación oficial”, pero este viernes presentan “Las Pruebas Destructivas” en Niceto. ¿Tienen algo especial preparado?
Sí, es la presentación oficial. Me presionaron para que lo diga (risas). Yo lo que no entiendo es el “oficial” (risas). ¿Cuándo tocás el disco en otro recital ya no es oficial? (risas). Porque tampoco es que en este show vamos a poner una escenografía de diez metros de una fábrica ni vamos a tocar el disco en orden. Vamos a tocar los temas, pero vamos a hacer el recital de siempre. Lo diferente va a ser que va a tocar un amigo nuestro una guitarra eléctrica y una acústica, que es el Boui de Los Bluyines (NdR: Tomás Vilches). Él va a tocar una tercera guitarra, tipo Iron Maiden (risas). Va a estar en los temas del disco nuevo, que tienen muchas guitarras y queremos que las canciones suenen en vivo como suenan en el disco. Mas por un tema nuestro de gusto que para el show en sí. Y también porque es un amigo y nos gusta invitarlo a tocar.
-Ustedes tocan muchísimo en vivo. ¿Qué fue lo mejor que les pasó en un recital?
Algo en particular no se me ocurre, pero está buenísimo cuando la gente se copa con todo. Nos encanta cuando hay un pogo zarpado, cuando cantan los temas… Fue muy loco, por ejemplo, cuando fuimos a tocar a Perú y a Chile, que conocían y cantaban todos los temas, hacían pogo, se subían al escenario… Eso es muy flashero. No hicimos nada para que pase eso y pasó. Y es increíble.
-Además de ser amigo de él, tocaste en el disco solista que todavía no salió de Santiago Motorizado, y tocás en vivo con ese proyecto. ¿Qué me podés contar del disco y de tocar con él?
Es confidencial (risas). No, mentira. Somos amigos hace muchos años, y las primeras veces que tocó en vivo me dijo a mí de tocar la batería. Yo soy fanático de las cosas que hace él, de sus canciones y de Él Mató. Estoy contento. Es mucho más relajado que tocar con Bestia Bebé, donde hay otras responsabilidades. Acá voy, toco y listo. Y mismo la banda es más tranquila. Son canciones más simples y tranquis. Está buenísimo. Y pasan cosas muy locas. A mí me llama mucho la atención las cosas que pasan con la gente cuando está tocando él. Es increíble. Yo lo veo desde atrás y veo las caras de la gente, que lo miran como si estuvieran viendo a… Dios (risas). Es impresionante. Genera como un encantamiento en la gente, por su música, sus letras y cómo las interpreta. Es algo genial, que nunca vi antes.
-En una nota que le diste a Pedro Irigoyen dijiste que Santiago es, junto con Ricardo Iorio, uno de los mejores músicos argentinos de la historia. ¿Por qué pensás eso, tanto de él como de Iorio?
Creo que Santi tiene las mejores melodías de voz de la historia del rock de acá. Y Ricardo, qué sé yo… Soy fanático de Almafuerte, Hermética y V8 desde chiquito. Fueron las primeras bandas que escuché y me marcaron mucho sus letras. Yo a veces intento hacer letras en la forma que escribe Iorio, como las del disco “Del Entorno”. Historias de personajes, como “Niño Jefe”. Sus letras son diferentes a todo lo que uno está acostumbrado.
-¿Y hoy en día qué te parece Iorio?
Y, qué sé yo… Duele verlo hacer algunas cosas, que yo no comparto en lo más mínimo, como la foto con (Alejandro) Biondini. Duele bastante. No comparto eso ni a palos, y alguien que uno lo tiene como un referente del rock por su música… Nada, me choca. Me pone triste más que nada.
-¿Creés que se puede separar a la persona de su obra? Te lo pregunto tanto en el caso de Iorio como en otros casos en los que, por ejemplo, a un músico se le descubren hechos de abuso…
A mí me cuesta.
-¿Después de la foto con Biondini vos no podés escuchar más discos de Iorio?
Sí, yo los escucho. Yo creo que las letras de Almafuerte, Hermética o V8, por ejemplo, tienen un mensaje que, para mí, excede eso. Tienen un mensaje tan fuerte y tan bueno algunas de ellas que me parece que exceden a Iorio. Me parece, no sé… Igual, sobre este tema, tampoco tengo una opinión muy formada. Además, no son todos los casos iguales. Si vos me decís que Iorio se violó a una nena, que se vaya a la concha de la lora, no lo escucho nunca más. Lo de Biondini está mal y no lo comparto en lo más mínimo, pero no llegó a hacer que yo me olvide de escuchar las viejas canciones. Por ahí está mal, eh. No sé.
-Volvamos a la banda, y a su relación con el fútbol, que es algo que todos suelen destacar en su propuesta. ¿Qué es lo que más te gusta del fútbol, para que sea un tópico tan recurrente en tus canciones, ya sea directa tangencialmente?
Primero que nada me gusta el deporte en sí. Ver fútbol, ver partidos. Después, todo lo que tiene alrededor, que llaman “folclore”, siempre me gustó. No sé por qué. Como es algo que me gusta no lo puedo explicar.
-¿Y cómo es que sos de Racing, siendo que fuiste toda la vida de Boedo?
No son todos de San Lorenzo en Boedo (risas). Mi abuelo era de Racing, mi viejo también, y yo también entonces. Y así será sucesivamente (risas).
-¿Y cómo ves al equipo de Cocca?
¡Mal! Me parece que Cocca ya no da para más. Gastó una cantidad de guita impresionante y quedamos afuera de la Copa Argentina perdiendo con Olimpo 4 a 2, en un partido en el nos hicieron cuatro goles en veinte minutos. Quedamos afuera de la Sudamericana con Libertad poniendo cinco defensores… Borró medio equipo y Racing juega peor de lo que jugaba antes. Me parece que ya está.
-¿Aunque los haya sacado campeones hace tres años?
¡Pero un título no te da inmunidad! Está bien, saliste campeón y te vamos a agradecer por siempre. Pero tampoco el Racing campeón de Cocca era un equipo que vos decías “qué bien que juega el equipo de Cocca”. El equipo contragolpeaba, y tenía a (Diego) Milito, (Gustavo) Bou y una buena defensa. Con eso salimos campeones, y ganándole a River con un gol en contra. En Racing campeón es más de Milito que de Cocca.
-La última: ya llevan varios años y muchísimos recitales con Bestia Bebé. ¿Qué sentís que aprendiste con la banda?
Que no hay que escabiar tanto antes de tocar (risas).
Tom Quintans se sometió al ya clásico "ping-pong" de Diario Popular. Esto fue lo que contestó:
Una banda actual: Hojas Secas.
Una cancionde Bestia Bebé: "Resto del Mundo".
Una comida: Asado.
Un futbolista: Diego Milito.
Un lugar en Boedo: Mi casa.
Una película: "Duro de Matar 3".
Un libro: "Yo Soy el Diego de la Gente".
Una serie: "Lost".
Una bebida: Cerveza.
Lo mejor de la vida: ¡Racing!