SANTIAGO DE CHILE (EFE).- El artista mexicano Luis Miguel pidió tanques de oxígeno y más guardias de seguridad para presentarse en el Festival de Viña del Mar, mientras Morrissey y Salvatore Adamo se encuentran ya en Chile para actuar en el certamen que comienza hoy. Luis Miguel llegará hoy miércoles en su avión privado al aeropuerto de Torquemada, en Viña del Mar, unos 125 kilómetros al noroeste de Santiago, informaron a EFE fuentes de su discográfica. El llamado Sol de México, esquivo con los periodistas, no atenderá a los medios ni dará la tradicional rueda de prensa previa a cada actuación que suelen ofrecer todos los artistas invitados al festival. En Viña del Mar, Luismi se hospedará en la suite presidencial del Hotel del Mar, de noventa metros cuadrados, con bañera con hidromasaje y una conexión directa a un comedor reservado, y que el año pasado albergó al británico Sting y al canadiense Paul Anka. Según explicó Eduardo Cabezas, el productor ejecutivo del festival, entre las últimas exigencias del cantante están que haya dos tanques de oxígeno en su camarín y que haya veinte guardias más, entre ellos diez mujeres, para impedir que el público le tome de cerca fotografías con flashes que puedan distraerle. En tanto, en el recital que ofreció en el Conrad de Punta del Este el lunes pasado, entre los invitados famosos estuvieron Adrián Suar y Griselda Siciliani, Florencia de la V, Guillermo Cóppola, Karina Mazzocco, Susana Rinaldi, Sebastián Vignolo, Claudio María Domínguez y Gerardo Sofovich.