Hallan un aro en un horno de barro y analizan si pertenece a Daiana Garnica

“Podría ser un arito de Daiana, ella tenía un piercing arriba del labio, pero todavía no hemos podido confirmar si era de ella. Lo que nos dijeron es que no se quemó porque es de acero quirúrgico, si hubiera sido de otro material ya no estaría”, expresó el letrado en declaraciones a la prensa local.

El hallazgo del aro podría acompañar la línea principal de investigación que por el momento tiene el fiscal Claudio Bonari, la cual indica que Suárez, de 40 años, secuestró, violó y asesinó a la joven, para luego deshacerse de su cuerpo en el horno de ladrillos. La causa está caratulada como “privación ilegítima de la libertad seguida de homicidio”.

Para el fiscal, Suárez, que es vecino de la familia de Daiana fue ayudado en su acción criminal por otros individuos que también quedaron detenidos.

Entre los acusados de ayudar al principal sospechoso están el amigo y compañero de trabajo, Fabián “Sapo” Pacheco; el dueño de la ladrillera, Juan Mátar; cuatro hermanos de Suárez, la esposa, la suegra, su cuñada, una prima y a otra presunta pareja del hombre.

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Daiana salió de su casa el pasado sábado 6 de mayo después de recibir un mensaje de su vecino Suárez en el celular, a quien consideraba una especie de tío. El hombre le pedía a Daiana que lo acompañara a comprar un aire acondicionado para su madre y le decía a la chica que no le dijera nada a su familia. La chica decidió aceptar el pedido, pero le avisó a su madre que se iba con Suárez y dejó su celular en la casa, donde más tarde se hallaron los mensajes que le había enviado.

La joven salió de su casa del barrio Juan Abraham vestida con una remera blanca con letras doradas, un jean azul y zapatillas marca Nike.

Suárez fue detenido al día siguiente de la desaparición, mientras que en las siguientes jornadas también fueron aprehendidas otras nueve personas, y en las últimas horas, dos hermanos de Suárez se presentaron voluntariamente ante la justicia y también quedaron detenidos. La justicia comprobó que el acusado había borrado de su celular los mensajes que le había mandado a la adolescente.