Miles de vecinos de los partidos de San Martín, Tres de Febrero, Morón, Hurlingham e Ituzaingó continúan viajando hacia la costa para disfrutar de estos últimos días de febrero. Las localidades comprendidas entre San Clemente y Mar de Ajó, entre Pinamar y Villa Gesell y Mar del Plata son los destinos mayoritariamente elegidos.
Pero si el medio de transporte que utilizarán el ómnibus, a los viajeros les convendrá consultar al comprar el pasaje el tiempo de viaje y las paradas que tiene, dos datos que generalmente no son difundidos, y que llevan a pensar que en pocas horas llegarán al destino, cuando la realidad es otra.
Ocurre que hay varias empresas que unen el noroeste del Gran Buenos Aires con los distintos puntos de la costa atlántica, que tienen varios servicios diarios, pero con demanda difusa en origen y destino: de los 50 pasajeros que transporta el “doble piso”, por ejemplo hay cinco que van de Ituzaingó a Santa Teresita, otros cuatro de Morón a San Bernardo, otro grupo de Haedo a Mar del Tuyú, y así se suceden las cifras chicas que completan los 50 lugares.
Numerosas paradas
Esto lleva a que los micros se detengan en varios puntos del Gran Buenos Aires -como si fuera un colectivo común- y en todas las localidades de la costa (al igual que el servicio interurbano o línea 500, que une San Clemente con Mar de Ajó con una frecuencia de un coche por hora), por lo que un trayecto entre Ituzaingó y Mar de Ajó -poco menos de 400 kilómetros- puede insumir casi ocho horas.
A modo de ejemplo, una de las empresas ofrece un servicio que tiene su origen en Moreno, de donde sale a las 16.20, deteniéndose en Paso del Rey, Merlo y San Antonio de Padua. De Ituzaingó parte a las 17.20, e incluye paradas en Morón (17.40), Haedo (17.50), Ramos Mejía (18) y Ciudadela (18.10 y 18.15).
Desde el cruce de las avenidas Rivadavia y General Paz no se dirige en forma directa a la costa atlántica, sino que lo hace en dirección contraria: se detiene en el centro de San Justo (18.35), en la rotonda de San Justo (18.45), pasa luego por Tapiales (19) y Villa Celina (19.15). O sea que prácticamente dos horas después de salir de Ituzaingó, el pasajero recorrió una pequeña porción del Oeste del Gran Buenos Aires.
De Celina sí se dirige sin escalas hasta San Clemente (adonde llega a las 23.45), Pero desde a partir de allí se repite la situación del Gran Buenos Aires: el micro se detiene en Las Toninas (0.10), Santa Teresita (0.25), Mar del Tuyú (0.35), San Bernardo (0.50) y en el destino final, Mar de Ajó (1.05). De todas esas terminales, que están lejos de la costa, habrá que tomar un taxi para llegar hasta el departamento, casa, u hotel elegido.
Desde Hurlingham
Otro servicio desde Hurlingham también depara un viaje de siete horas. Parte de avenida Roca al 2000 (Kilómetro 18) a las 23.15, deteniéndose en Hurlingham centro (23.20), avenidas Vergara y Gaona (23.40), terminal de avenida Gaona (23.45), Morón (23.55), Haedo (0.05), Ramos Mejía (0.15), Ciudadela (0.25 y 0.30), para llegar a San Clemente 4.30, y detenerse desde allí en todos los balnearios para llegar a Mar de Ajó a las 5.50.
Otras empresas “combinan” el Oeste con el Sur, deteniéndose por ejemplo en Morón, Haedo, Ramos Mejía, San Justo, Burzaco y Guernica, o Morón, Haedo, Ramos Mejía, Ciudadela, Avellaneda, Bernal, Quilmes, Cruce Varela. También, está el caso de micros que se detienen en Puente La Noria y Solano. O salen del cruce de General Paz y Rivadavia para pasar por Retiro.
En cualquier caso, al momento de ir a tomar el micro hay que tomar las previsiones del caso (condiciones climáticas), ya que si bien en la costa cada localidad cuenta con una estación terminal techada, con baños, asientos, parada de taxis, teléfono y quioscos, en el Gran Buenos Aires la mayoría de las paradas son iguales o peores que las del colectivo común: frente o enfrente de la agencia donde se compró el pasaje, donde no hay siquiera un poste que indique que ahí se detienen ómnibus de larga distancia, sin un refugio, y mucho menos sanitarios o algún otro servicio.