Noroeste
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Ghi destacó que el país se construye "por medio de la justicia y no de la impunidad"
El presidente de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación Ricardo Lorenzetti, acompañado por el
intendente de Morón Lic. Lucas Ghi, presentó ayer su libro “Derechos Humanos:
justicia y reparación”. La actividad tuvo lugar en el Teatro Municipal Gregorio
de Laferrere, colmado de funcionarios, personalidades de la Justicia, vecinos y
vecinas.
"Es un privilegio contar con la presencia del doctor Lorenzetti en
esta ocasión para presentar un libro que refleja este rumbo que tomó la justicia
en los últimos años y que permitió procesar y condenar a personajes tan
siniestros como los de la última dictadura militar, confirmando, una vez más,
que nuestro país y sus instituciones se construyen por medio de la justicia y no
de la impunidad", declaró Lucas Ghi.
En el libro, escrito junto al Dr. Alfredo Kraut, titular de la Secretaría General y de Gestión de la Corte Suprema y quien además tiene a su cargo la Unidad de Superintendencia para Delitos de Lesa Humanidad, se sostiene que no se trata sólo de juzgar el pasado, sino de fundar las bases del futuro “para que nuestros hijos y nietos puedan disentir libremente en una sociedad democrática, sin que el Estado los persiga, los torture o los haga desaparecer”. En ese sentido se pone de relieve que “la importancia de esos procesos no radica sólo en el castigo de los responsables, sino también en su legado para el futuro”.
La obra, que cuenta con un prólogo
escrito por el juez español Baltasar Garzón, refleja el compromiso institucional
del Poder Judicial para llevar a cabo los juicios por delitos de lesa humanidad,
detallando el camino que ha venido siguiendo la justicia argentina para llevar
adelante los procesos. Asimismo se incluye una síntesis de los principales casos
investigados.
En el libro, escrito junto al Dr. Alfredo Kraut, titular de la Secretaría General y de Gestión de la Corte Suprema y quien además tiene a su cargo la Unidad de Superintendencia para Delitos de Lesa Humanidad, se sostiene que no se trata sólo de juzgar el pasado, sino de fundar las bases del futuro “para que nuestros hijos y nietos puedan disentir libremente en una sociedad democrática, sin que el Estado los persiga, los torture o los haga desaparecer”. En ese sentido se pone de relieve que “la importancia de esos procesos no radica sólo en el castigo de los responsables, sino también en su legado para el futuro”.