“Deben ser los nervios, pero hay que trabajar para mejorar y demostrar que puedo hacer lo que me pide el entrenador”.
Fabricio Angileri no tiene vueltas en la charla con POPULAR. Todo cambió para él: hace tres semanas iba al entrenamiento tranquilo y ahora tiene que andar midiendo el tiempo de los peajes, del tránsito, de los posibles choques, de las distancias y sobre todo de una ciudad que lejos está de la paz de Mendoza.
“En estos dos días empecé con la mudanza, pude traerme parte de las cosas y el resto me lo irá trayendo la familia para cuando me termine de instalar”, cuenta y deja en claro que la adaptación no solo es adentro del campo o en los entrenamientos. Y para graficarlo elige una palabra que va a repetir en varias respuestas: intensidad. “Todavía el impacto del cambio de ciudad no lo noté por los viajes y porque estoy muy enfocado en los entrenamientos para adaptarme a esta intensidad”, cuenta.
-¿Cómo fue tu llegada a River? ¿Qué te dijo Gallardo?
-Cuando hablamos me dijo que me venía siguiendo hacía rato y que tenía las condiciones para jugar en ese club y con esta camiseta. Siempre trabajé en Godoy Cruz para crecer y tener esta chance.
-¿Qué te pide?
-El tema de los centros, ese es el fuerte mío. Eso le gustaba. Debo terminar bien las jugadas y eso por ahí me está costando. En River tenés que atacar todo el partido y no podés aflojar... En Godoy Cruz con el Morro García jugamos mucho tiempo juntos y era más de memoria. Ahora me debo adaptar a mis nuevos compañeros. Es poco tiempo. Además no pude entrenar muy seguido con el 11 ideal por los viajes y lo partidos. Eso lo vamos a conseguir con el tiempo y el trabajo.
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-¿El cambio es muy evidente en todo sentido?
-Siempre se dijo qué acá en River hay mucha intensidad en los entrenamientos y en los partidos. En estas dos semanas se siente mucho eso y sé que me tengo que acostumbrar porque en Godoy Cruz era muy distinto. Espero estar rápido a la par de mis compañeros en la intensidad.
-Encima podés jugar solo un torneo. ¿Eso complica también?
-Entrenar para jugar sólo la Copa no cambia en nada porque hay que dejar todo por los compañeros, por la camiseta y por el club que confió en mi juego.
-¿Te presiona saber que te venían siguiendo hace un tiempo?
-No es presión, es saber que hay que trabajar. Siempre estuve en el radar de River y quería estar acá en este club. Por suerte se me dio. Era un sueño poder venir y trabajar con este grupo y con Gallardo, que es el mejor técnico y puede sacar lo mejor de mi juego. Necesitaba un cambio de aire. En casi todos los mercados de pase se hablaba de salir y nunca se daba y me quedaba en Mendoza. Por suerte se dio ahora y es un progreso en mi carrera.
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