"El partido tiene un significado particular. Las dos selecciones se alojan en el mismo hotel y el espíritu es el de una fiesta conjunta, el espíritu de bienvenida al Papa debe acompañarnos a todos, queremos ofrecer algo especial", dijo Prandelli.
"Ojalá el papa venga al estadio. No sé si la emoción me dejará pedirle mañana que vaya el miércoles al Olímpico, pero claro que me gustaría verlo", siguió Prandelli, que mañana asistirá a la audiencia en el Vaticano, conjunta para ambas selecciones.
"Al Santo Padre no se le pide nada, sólo hay que escucharlo, porque él sabe todo. Espero tener la fuerza de pedirle algo, pero no se si podré hacerlo porque ver al Papa para mí es algo extraordinario", siguió Prandelli. 'Se trata de un partido especial, todo es muy hermoso, están los ingredientes para hacer una buena figura y honrar al partido del mejor modo", expresó a su vez el capitán de Italia, el arquero Gianluigi Buffon.
"Sabemos que no están en juego los tres puntos, pero hay otros aspectos que son más importantes", añadió Buffon, al ingresar al hotel donde se concentran juntas ambas selecciones, que partirán juntas desde el hotel para ver al Papa.
La prensa italiana recuerda hoy que Bergoglio es un
apasionado hincha de San Lorenzo de Almagro, cuyo vicepresidente, el popular
animador de la TV argentina Marcelo Tinelli, formará parte también de la
delegación que asistirá mañana al Vaticano.
Se vendieron hasta el momento unas 25.000 entradas para el partido.