El técnico de Boca Juniors brinda una conferencia de prensa justificando el ataque de los barras a los jugadores de River Plate la semana pasada en la Bombonera. Dijo que el club de Núñez carece de códigos. Todo el mundo lo castiga a Arruabarrena por sus dichos. Pero lo que nadie menciona es que tal vez los códigos del Vasco no son los de la mayoría de los ciudadanos de este país y de los amantes del fútbol. Los códigos de Arruabarrena permiten que la violencia mande en las canchas, que futbolistas corran serios riesgos, que el negocio continúe aún cuando la vergüenza se adueña de todo. Prefiero, entonces, no tener códigos, si es que hay que vivir con los códigos de Arruabarrena. Soy hincha de Boca Juniors, no fanático por suerte, entonces puedo tener un pensamiento alejado de las supuestas pasiones que llevan a justificar la violencia. Ya no respeto al técnico, y tampoco a la mayoría de los jugadores de este plantel, porque demostraron su cobardía. Todo mi apoyo a los heridos y agredidos del clásico rival.