Al igual que sus abuelos inmigrantes de Italia, continúa la tradición familiar junto a su hija Ornella, que creció jugando en la feria y hoy vende frutos de mar en un puesto móvil.

La alarma de Claudia Demoestri suena a las 3 de la mañana y mientras la mayor parte de la Ciudad descansa, ella desayuna y arranca su día. A las 5.30 debe estar en Barracas, Palermo, Floresta, Recoleta o Parque Patricios, con su puesto móvil, lista para recibir el pescado que llega desde Mar del Plata, la Patagonia y Chile y que venderá como supo hacerlo los últimos 34 años. Claudia es la feriante porteña con más antigüedad.

Su vida -o al menos gran parte de ella- se resume en ese puesto rodante. "Mis abuelos inmigrantes, de Sorrento y Nápoles, llegaron a la Argentina y empezaron a vender pescado", relata.

Siguieron sus padres y sus tíos, los Mellino, y uno de ellos la alentó a sumarse a la feria, la primera impulsada por el entonces gobierno municipal, que tenía lugar en el barrio de San Cristóbal. "Así empezamos y después nos secundaron todos. Toda la familia se sumó a la feria", recuerda.

Ella estaba trabajando cuando Ornella, que hacía ya meses que pateaba en su panza, quiso salir. Entonces tuvo que dejar el puesto y partir rumbo al hospital. "Mi hija se crió en la feria. Lloraba y le ponía un cornalito en la boca", dice Claudia entre risas.

Cuando no tenía que ir a la escuela, en vacaciones de verano o de invierno, Ornella jugaba allí. "Mi primera venta debe haber sido a los seis años", recuerda, aunque con poca precisión. Dos decenios más tarde, trabajan juntas, hombro con hombro.

Llega un vecino y saluda a Claudia con un abrazo. Le pregunta cómo anda, qué tal sus cosas y, mientras tanto, ella prepara el pedido, pero el cliente nunca le dijo qué quería llevar. No obstante, paga y se va. "El vínculo con el vecino es como de familia. Ya nos sabemos los nombres y lo que le gusta a cada uno porque son muchos años".

Ellos también conocen a su hija. A veces, los más grandes le cuentan alguna anécdota de cuando era chica y jugaba a vender pescado. Ornella no se acuerda de muchas, pero le gusta que se las relaten porque demuestra el vínculo que tienen con ella, con su madre y con el puesto.

"En casa de herrero, cuchillo de palo", recita Ornella antes de admitir que el pescado no es lo que más le gusta, pero sabe cómo cocinarlo. El filet de merluza es lo que más se vende, pero ambas divulgan sus recetas para tentar a los clientes con una sabrosa brótola al horno o una trucha a la parrilla.

Son 156 los feriantes que se distribuyen en 24 ferias del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana que recorren todas las comunas porteñas y cada una de ellas forma parte de los distintos barrios. Con los años, se integran a su identidad, de manera que los vecinos de Pompeya saben que los miércoles, viernes y domingos pueden ir a comprar pescado a un precio más accesible al puesto de Claudia y Ornella.

Suelen instalarse en las plazas para que los clientes disfruten al aire libre al mismo tiempo que hacen sus compras semanales. Este es un aspecto que Claudia destaca: "Me gusta estar en los parques y en la calle".

"Cada una de estas plazas tiene historia para los barrios y permite que los vecinos se reúnan y se sientan seguros", sostuvo el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, cuando anunció obras para mejorar los espacios verdes de la Ciudad, en el marco de la iniciativa Parques Seguros, que tiene el objetivo de que la gente pueda disfrutar más del espacio público.

Las Ferias Itinerantes de Abastecimiento Barrial (FIABs) de la Ciudad ofrecen 35 productos con precios concertados, algunos con hasta un 70% de descuento. Además de pescados, hay frutas, verduras, fiambres, quesos, carnes, infusiones y más artículos de almacén con el objetivo de asegurar el abastecimiento de la canasta básica, al mismo tiempo que se proponen cuidar el bolsillo de quienes viven y visitan Buenos Aires.

"Muchas de las cosas que se pueden encontrar forman parte de una cadena reducida, sin intermediarios. Esto es, directo desde el productor al punto de venta para el cliente final, con el objetivo de instalar un consumo cada día más responsable", apunta el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad, Ignacio Baistrocchi.

Aparecen en esta nota:

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2025-11499155-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados