Carlos Pérez, bufetero e integrante de la Comisión Directiva del Club Atlético Parque Patricios desde hace 20 años, le contó a Porteño del Sur cómo es estar enamorado de los colores del barrio. “Tengo 70 pirulos y empecé a venir a jugar a la pelota al club cuando tenía 10 años. Unos cuantos años, toda una vida en realidad”, recordó con cierta nostalgia. Pero además nos habló también del presente de la institución, que logró sobrevivir a la crisis que atravesaron muchos clubes como éste.
Alberti 2135. Esa es la dirección del Atlético, o de La Canchita, como se lo conoce en Parque Patricios. La institución, además tiene otro predio en la calle Constitución. “Ahí tenemos un predio que nos dieron. Hay dos canchas, pero una sola está bien terminada. Estamos esperando un subsidio para hacer otra cancha y un bufecito. Así sumaríamos más chicos”, comentó Carlos Pérez.
El presidente del club que lleva en su escudo los colores negro, blanco y celeste fuerte (similares a los de Gremio de Porto Alegre de Brasil) es el arquitecto Eduardo Devito. Hay una comisión directiva de 12 personas y subcomisiones de los deportes. Los deportes que se realizan son: fútbol, voleibol, patín artístico y taekwon do. Además hay zumba y gimnasia de 8 a 10 y de 17 a 21.30. En la sede de la calle Alberti, el club cuenta con la canchita, los vestuarios, el bufet, un salón y una terracita.
“Hace unos 20 años repuntó en la cantidad de gente que viene. Ahora estamos bien. Tenemos Patín Artístico, Fútbol Infantil, Futsal, Escuelita de Fútbol desde los 4 años, Escuelita de Voley y Voley desde Sub-13 hasta Mayores. Entre los tres deportes, unos 600 chicos concurren al club”, aseguró el socio.
Al recordar cómo llegó a la entidad, señaló: “Cuando yo tenía 10 años llegué al club con mi hermano y otros diez chicos. Vivíamos todos acá a dos o tres cuadras. Llegamos y ya se estaba empezando a formar el baby fútbol. Fue en el año 1958. Porque éste, antes era un club de básquet. Me acuerdo que no venían muchos padres. Capaz éramos 15 o 20 chicos que jugábamos a la pelota y capaz venían 3 o 4 padres, no más. Hoy eso cambió. Son fundamentales la mamá y el papá. Nosotros arrancamos a los 12 años y hoy a esa edad es cuando se termina el fútbol infantil. Lo que veo es que la familia está muy enganchada con el hecho de sacar a los chicos de la calle. A los 4 años ya los meten a los chicos en la Escuelita de Fútbol. Lo mismo que a las nenas en patín o vóley. Todo lo que es escuelita, explota de gente acá en el club. En la mayoría de los clubes de la zona debe ser igual”.
Y añadió: “El club es el barrio. Está instalado y se debe a Parque Patricios. Mi lema fue siempre el mismo. El club tiene que abrirle las puertas a la gente del barrio. A los chicos y a toda la familia. Al menos hasta donde aguante el espacio que tenemos. Cuando yo salgo por el barrio a hacer las compras para el bufet, me la paso invitando a la gente del barrio al club. Todos hacemos lo mismo”.