La imagen de ese hombre tieso sentado en la platea generó sorpresas. Era un hincha más. Sin remera, con pantalón corto y su rostro burlón en la platea Miravé. Pero no miraba a la cancha para apoyar a los jugadores de Huracán en el último encuentro de la Superliga, sino a la tribuna visitante, en donde estaban los fanáticos de Boca, el último campeón. Alguna foto, algún recuerdo de aquellas veladas boxísticas se coló en medio de un partido de fútbol. Es que los amigos Alexis Cattaneo y Carlos Valdez durante varios meses idearon un homenaje a él, al gran Oscar “Ringo” Bonavena. Juntaron dinero y encargaron una escultura de tamaño real que impone.
“Lo fuimos pensando desde el año pasado y ahora verlo ahí, la verdad, emociona”, cuenta a Porteño del Sur Cattaneo, responsable del estadio Tomás Adolfo Ducó. Pasaron tres días del encuentro ante los xeneizes. La cancha no tiene todas las luces encendidas, hay algunas botellas de gaseosas vacías que quedaron dispersas en las plateas, papelitos picados que se soltaron cuando el equipo de Gustavo Alfaro salió a escena con la oportunidad de clasificar a la próxima Copa Libertadores y un viento que avisa el frío invernal que se avecina. Sin embargo, a lo alto, se logra divisar a Bonavena, o como lo llama el hincha, “el guardián”.
“Es muy lindo porque uno mira la tribuna completamente vacía y está sentado, parece una persona más que se quedó ahí, bajo la torre”, relata un emocionado Cattaneo por el ícono que lograron emplazar en semejante templo.
El rostro de Bonavena observa hacia su derecha, y aunque muchos fanáticos bromearon con que no quería mirar el rendimiento del árbitro Fernando Rapallini o al técnico del conjunto visitante, Guillermo Barros Schelotto, en realidad, recrea un momento histórico para el boxeo argentino y para la carrera de Ringo: el 11 de julio de 1970 se sentó al lado del mejor boxeador de la historia Muhammad Ali y se burla de él con gestos y palabras en un diálogo que quedó marcado a fuego en los audiovisuales de la época.
-Bonavena: ¿Por qué no vas al ejército?
Ali lo observa extrañado, pero no responde ni una palabra. Se lo nota furioso con el argentino.
-Bonavena: íChicken! íYou big chicken! íCua! íCua! íCua!
-Ali: ¿Te cortaste el pelo? Yo te voy a cortar el pelo.