Cuentan que existen pinturas que esconden un misterio y están rodeados de hechos que nadie, ni siquiera sus autores pueden explicar
Se cree que alrededor de este mundo, existe otro en el que hay espíritus, fantasmas, seres anormales que no pueden ser percibidos por cualquier persona, pues no todos tienen la sensibilidad para detectarlos.

Estos entes pueden estar presentes en objetos, en animales, poseer a personas. Según las leyendas que no se pueden explicar a través de la ciencia, existen pinturas que esconden un misterio y están rodeados de hechos que nadie, ni siquiera sus autores pueden explicar. En un recuento del portal mastercrackdark.blogspot.mx, se aprecia cómo estas obras de arte atrapan con su maldición a quienes las poseen o se atreven si quiera a mirarlas.

Sobre el cuadro de La Niña Bruja, hay muy poca información acerca de esta pintura. Se encuentra en el Hotel Driskill en Austria. Los visitantes dicen sentirse enfermos o mareados mientras miran la imagen, una sensación de estar flotando.Acera de Venus con un Espejo, ningún museo ni hotel quieren quedarse con ese cuadro debido a que todos los dueños que ha tenido han enfermado repentinamente o han sido asesinados, Sobre el retrato de la niña bruja, hay que decir que fue comprada por un hombre en España que dijo haberse dado cuenta de que quien la miraba quedaba hipnotizado, además de que una dama vestida de gris se aparece cerca de la pintura, que sería el espíritu de Madame Delphine LaLaurie la autora del cuadro.

En cuanto al retrato de Bernardo de Gálvez, hay que aclarar que si lo ves directamente a los ojos pareciera que te está vigilando. Para tomar una foto del cuadro, que está en el Hotel Gálvez de México, se debe pedir permiso, pues si no la imagen no se verá. Un espíritu parece estar rondando a la pintura.

Mientras que sobre los cuadros de los niños llorones, dicen que aquellos que poseen estos cuadros que fueron hechos como retratos de niños que vivían en las calles, son asesinados. El niño sale del cuadro y sube a tu habitación para asesinar a los habitantes de la casa, luego incendia el lugar para borrar el crimen. Todo queda destruido, menos la imagen.

Finalmente sobre la pintura embrujada de Lalaurie, hay que destacar que fue hecha en 1997 en conmemoración del desfile de Mardi Grass y todo marchaba normal hasta que al autor, Ricardo Pustanio, le llegaron quejas de que el rostro de la mujer parecía moverse, como si vigilara a quien lo mirara. Incluso dicen que hace ruidos y suspira o se mueve del lugar donde se coloca.


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