La fiscal de instrucción porteña a cargo del caso,
María Paula Asaro, ya tiene el resultado preliminar de la autopsia y las imágenes de algunas empresas privadas de la zona, lo que alimentó la hipótesis de que el asesino forme parte del
círculo íntimo de la adolescente en Colegiales.
La fiscal, quien participó hasta la medianoche del allanamiento a la
planta del Ceamse en el barrio porteño de
Colegiales, ordenó la entrega del cuerpo de Ángeles a sus familiares.
Además, los peritos estimaron que Ángeles murió entre 18 y 24 horas antes de su hallazgo, es decir, entre las
11 y las 17 del lunes.
El cuerpo -que vestía un pantalón y un buzo verde, la ropa de
Educación Física del colegio privado al que asistía Ángeles- tenía los pies atados, una bolsa en su cabeza y una soga en el cuello.
En tanto, según los registros de la operadora que prestaba el
servicio de telefonía móvil, el celular de la joven realizó a las 9.43 una llamada de diez minutos a un banco.
La clase de gimnasia de Ángeles terminó media hora antes de lo habitual, a las 9.30, de acuerdo a lo informado por amigos de la chica. Luego, a las 10.59, se le aplicó una carga virtual de 50 pesos.
El tercer, y último registro, de los movimientos que se realizaron con el
celular fue a las 21.49 de ayer, cuando el aparato se apaga definitivamente.
Cabe destacar que el predio del Ceamse de Colegiales (Concepción Arenal y Crámer) funciona de 10 a 18, y el cadáver llegó hasta el centro de acopio de José León Suárez de un camión que salió de esa coordinadora porteña.
Aún se desconoce si el cuerpo fue arrojado a un contenedor de residuos o si la joven fue asesinada dentro del planta del Ceamse de Colegiales, que tiene un enorme predio para practicar deportes, al cual concurren alumnos de varios colegios privados, entre ellos los estudiantes de Virgen del Valle, la escuela a la que asistía Ángeles y que ese día había ido a practicar gimnasia.