El procedimiento tuvo lugar en un en un cortadero de ladrillos. El lugar se encuentra a 30 kilómetros de la zona cero, donde el niño fue visto por última vez.
Efectivos de la Gendarmería nacional y la provincia de Córdoba realizaron este domingo un allanamiento en la ciudad cordobesa de Villa María a más de una semana de la desaparición de Lian Flores.
El procedimiento tuvo lugar en un en un cortadero de ladrillos en el acceso a la ciudad. El lugar se encuentra a 30 kilómetros de la zona cero, donde fue visto por última vez el nene de 3 años, sobre la vieja ruta 9.
Si bien continúa el despliegue de seguridad en allanamientos, rastrillajes en otros lugares y recolección de pruebas, las miradas se posaron en esta zona.
Del operativo participaron los investigadores, la Gendarmería, la fiscal federal que lleva adelante la causa, los dos fiscales provinciales y el ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros.
Hasta el momento no se descarta ninguna hipótesis, por lo que, si bien la familia no está en el foco de la Justicia, no quedó desligada del todo en la investigación.
Los profesionales llegaron al lugar a buscar rastros que ayuden en la investigación debido a que de esa zona se secuestraron dos camionetas blancas durante la semana que dos de los testigos que están cerca de la casa de Lian dijeron haber visto.
Sin embargo, luego de casi cinco horas de allanamiento no pudieron rescatar ningún dato positivo. También les tomaron las huellas a menores que viven allí para poder identificarlos. “Se está trabajando en conjunto el fuero federal de Bell Ville con el de la provincia de Córdoba. Siempre de manera coordinada y conjunta”, especificó Quinteros.
Hasta el momento no hay sospechosos ni detenidos en el caso. Lo único que se sabe es que se secuestraron 6 vehículos y más de 20 celulares.
Desde la desaparición, más de 300 personas, entre efectivos de la Policía de Córdoba, la Policía Federal, Gendarmería, el Ejército, baqueanos y vecinos, participaron de la búsqueda. A ello se agregaron drones y helicópteros equipados con cámaras infrarrojas, que rastrillaron las zonas de difícil acceso, como campos de soja, maizales, pozos y zanjas.
Elías Flores, padre de Lian, remarcó apenas ocurrida la desaparición que podría tratarse de una venganza contra él.
La Justicia no tiene indicios claros sobre cuál sería ese enojo que podría derivar en el secuestro del nene de 3 años, pero no deja de lado esa hipótesis y puso en la mira a un ladrillero con el que habría viejos problemas.
Por otra parte, la curandera conocida como "la abuelita" también aparece en escena y los investigadores no le sacan los ojos de encima.
La mujer fue vista cerca de la casa de Lian en el horario en el que el menor desapareció, luego se fue hacia Villa María y ese mismo día por la noche se volvió a Jujuy.
La Policía allanó la casa de Teodelina Chosco -ese es su verdadero nombre- y halló un bolso con ropa de nene.
Ella afirmó que las familias de la comunidad boliviana le regalan la ropa luego de hacer trabajos como curandera.
"La Abuelita" no fue detenida, pero se la sigue de cerca e incluso le prohibieron abandonar su casa para quedar a disposición de la Justicia cuando se la requiera.