El ladrón abordaba a sus víctimas en el interior del cajero, las amenazaba con su revólver, las despojaba del dinero y huía a gran velocidad.
Un joven de 27 años fue detenido acusado de haber cometido más de 300 robos violentos en cajeros automáticos de la Capital Federal y que la policía apodó “El Atleta” por su velocidad para el escape. La sospecha es que el sujeto actuaba desde el año 2006, aunque en el último tiempo había aumentado la violencia en los episodios.
Fuentes policiales informaron que el sospechoso fue apresado en una casa de Pizurno al 300 del partido bonaerense de Florencio Varela, tras una investigación de la División Robos y Hurtos de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal.
El modus operandi del delincuente, que quedó registrado por cámaras de seguridad bancaria, se reiteraba y consistía en robar siempre por la noche a clientes solitarios, mujeres o mayores de edad, cuando entraban a algún cajero a extraer dinero.
“Gacela” delictiva
El ladrón abordaba a sus víctimas en el interior del recinto del cajero, las amenazaba con su revólver calibre 32 de caño corto, y luego de despojarlas del dinero de sus cuentas y sus efectos personales, corría a gran velocidad y se perdía de vista.
Su agilidad, estado físico y velocidad para huir corriendo tras cometer el asalto, hicieron que la policía lo bautizara con los apodos de “El Atleta” o “La Gacela”.
La policía presume que para moverse de un barrio a otro lo hacía en una moto que dejaba a varias cuadras de cada “objetivo”. Según los investigadores, “El Atleta” cometió robos en los barrios de Recoleta, Palermo, Saavedra, Núñez, Villa Urquiza, Retiro, Monserrat, Almagro, Villa del Parque, Villa Devoto y Liniers.
Nervioso y violento
El subcomisario Juan Carlos Cerro, de la División Robos y Hurtos, explicó que si bien oficialmente está imputado en unas 50 causas “en las que fue individualizado, por su aspecto físico y modus operandi”, ellos están “convencidos de que es el autor de más de trescientos asaltos de este tipo”. La investigación fue dirigida por el fiscal Martín López Perrando, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción 12, quien centralizó las causas en las que se logró individualizar al mismo delincuente como autor de este tipo de asaltos en cajeros.
“Venía actuando desde el año 2006, pero a partir de diciembre de 2009, cuando la Justicia nos convocó para atraparlo, había incrementado el nivel de violencia en los atracos”, dijo Cerro. Los investigadores notaron en los últimos videos que “El Atleta” estaba más nervioso y violento, lo cual aumentaba el riesgo de una tragedia. Según las fuentes, al principio, “El Atleta” sólo amedrentaba mostrando que tenía un arma, después comenzó a sacar el arma, luego empezó a amenazar de muerte y, en los últimos hechos, ha llegado a apoyar y cargar el arma en las cabezas de sus víctimas.
Pese a que cambiaba su aspecto cortándose el cabello o tiñéndoselo y reemplazaba frecuentemente su indumentaria deportiva, los detectives de Robos y Hurtos individualizaron a un sospechoso. “Se cuidaba de no ser tomado por la cámara instalada en el frente del cajero, pero no lo hacía con las exteriores o las del hall de los cajeros o no le importaban”, comentó el subcomisario Cerro.
Las imágenes de las cámaras de los cajeros fueron clave para ponerle nombre y apellido al “Atleta” y como evidencia para que la Justicia dispusiera las tareas de inteligencia y seguimiento que culminaron anoche con la detención.
El Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción 47, a cargo de la jueza Mónica Liliana Berdión de Crudo, emitió la orden de allanamiento que permitió allanar la casa del sospechoso y detenerlo. En el lugar se secuestró indumentaria que, según la policía, el ladrón usó en algunos de los asaltos que quedaron filmados.
Además, se incautaron varios celulares, relojes y objetos que se estima son robados y ahora serán exhibidos a las víctimas para que intenten reconocerlos. Sobre sus antecedentes, Cerro señaló que “tiene causas por delitos contra la propiedad y, al ser detenido, dijo que antes de 2006 había estado preso en tres penales distintos”.
El acusado fue trasladado a la alcaldía de la Superintendencia de Investigaciones Federales, en General Paz y Madariaga, en el barrio de Villa Lugano, desde donde fue derivado al juzgado para su indagatoria.